Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 2

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Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 2: "La Paciencia Hace al Más Fuerte."


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Katsuki quería mandar todo al carajo, y no era para menos. ¿La razón? Los adultos siempre les dicen a sus hijos que las mascotas son una "gran responsabilidad" y requieren de muchos cuidados —en realidad, nadie se lo dijo a él, sólo lo había visto en películas que mencionaban el tema—; pero nunca imaginó que bañar a un gato fuese, literalmente, cosa de días.

Según la información que dictaba wikiHow, en veintitrés "simples" pasos conseguiría bañar al bendito gato para evitar una posible hipotermia gatuna.

—¡Aghh! ¡Esta es una maldita estupidez! —terminó por bramar cuando apenas llevaba leído tres quintos de aquel artículo.

Estresado, enredó al gato —que hasta ese entonces había permanecido jugando inocentemente con una de sus camisetas— dentro de su ya mojado abrigo, y estuvo a punto de meterlo de esta forma dentro de la tina vacía (que llenaría en el proceso) de no haber sido por la intervención oportuna de su madre, acompañando con un zape en su nuca y varios regaños entre los que pudo distinguir algo como "aprende a ser más responsable, niño imbécil" y "si así cuidas un animal ajeno, no quiero imaginar lo que harás cuando tengas a tus crías demoníacas". No entendía la mayor parte de la palabrería que soltaba, pero tampoco desperdiciaría tiempo en divagaciones de la "anciana decrépita", como él solía llamarla en pensamientos.

"Si vas a cuidar al gato, hazlo como se debe, mocoso idiota; no querrás cargar con la culpa de ver muerto al pobre gatito por un descuido tuyo", enunció la mujer a modo de reprimenda tras pegarle un pequeño folleto con cinta adhesiva a la frente, folleto que incluía un número telefónico y una dirección web de una veterinaria, dedicándole una última mirada asesina antes de salir del cuarto de baño con el mencionado gato entre sus brazos con dirección a la habitación del menor.

Katsuki solía pensar en momentos como ese que las palabras de su madre podían llegar a ser como un par de cuchillas: siempre clavándose en lo más profundo de su mente, y mientras intentaba sacarlas terminaba en un problema aún más grande donde él era el único afectado.

Harto de no lograr ningún avance con el fastidioso saco de pulgas, se dispuso a leer el artículo que brindaba la página de la veterinaria. Una de las cosas que leyó, y que ambas páginas concordaban, era que primeramente secara al gato —esa parte la consideraba hecha si tomaba en cuenta que el gato había utilizado el interior de su abrigo como toalla— y, de preferencia, darle un baño con agua templada. Odiaba que algunos gatos se comportaran tan "exigentes, delicaditos y creerse los putos dioses del jodido universo"; si no se hacían las cosas tal cual ellos deseaban, no cooperarían de ninguna otra forma.

Apartó la vista de la pantalla, estiró sus brazos y talló sus ojos después de leer el artículo excesivamente detallado que incluía las mejores maneras para ambientar al felino cuando era su primer baño con gente nueva y en un espacio desconocido, y sobre cómo bañar correctamente al pequeño animal que buscaba el calor dentro del nuevo abrigo que traía puesto.

Aprisionado Por Las Cadenas Del Destino ||【KatsuDeku】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora