Lo consideraban un objeto sin valor, una estrella sin brillo. Un arma que garantizaría la caída de los que se hacían llamar «héroes».
"¿En serio te creías que fuiste humano?"
"Nunca lo fuiste, sólo eres una creación biológica, una aberración."
"Tú n...
"Soñamos con el pasado pero, incluso en el presente, desconocemosquiénes fuimos."
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-No te resistas, hermanito; aveces, sufrir es inevitable. El sentimiento de impotencia será el impulso que te obligará a superar tus metas... mientras que el sufrimiento se convertirá en el motor que te volverá más fuerte.
-Pero, ¿por qué...? ¡¿Por qué tiene que doler tanto, Gōsha?!
-...Supongo que... es a lo que debe enfrentarse un héroe, ¿no?... Yo también pasé por lo mismo, Katsuki, ya lo sabes. Eldolor jamás se irá...Espor ello que quiero convertirme en héroe, para que las personas como tú, o como yo, no tengan que perder a sus seres queridos de esa forma tan despiadada...
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«La culpa te consumirá como el fuego hizo con ellos.»
«...¿Por qué insistes con esta mierda, bastardo?»
«Es tu castigo. Los héroes protegen, no arrebatan vidas como tú has hecho.»
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No tiene opción a refutar nada cuando de nueva cuenta ha sido lanzado al abismo de su propia inconsciencia, siendo movido por los negativos sentimientos que yacen embargados en lo más profundo de su ser.
La caída se siente ligera; el impacto, aunque mórbido, le produce escalofríos. El ambiente se percibe turbio, la oscuridad lo rodea como un manto gélido que busca oprimir por completo su existencia en ese lugar. Advirtió, más tarde, la presencia de una fina capa de agua bajo el tacto de sus pies descalzos, cubriendo apenas el indicio de suelo liso.
Al elevar la mirada, sus ojos rubíes se encuentran con un largo pasillo blanco concentrado en matices borrosos, está lo suficientemente cerca como para llegar a él en cuestión de segundos; mientras más cerca está de alcanzar el resplandeciente espacio, contempla con mayor atención cómo su cuerpo va perdiendo altura, recuperando la forma que poseía a sus nueve años de edad. Las luces de las lámparas titilan al fondo del pasillo, las más cercanas iluminan muy levemente hasta que finalmente alcanzan su máxima intensidad.
