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Despiertas escuchando voces. Te llevan en una camilla, no sabes a donde. Te exaltas. No tienes idea de qué ha pasado. No pareces seguir en la estación del metro, pero, a tu lado, sigues escuchando a muchas personas, gran bullicio y, de fondo, explosiones y destrucción.

Te saltan los nervios e intentas patalear. Te das cuenta. Sólo tienes un pie, y no puedes levantarlo. Hay un bulto pesado encima de ti. Un bulto que acaba de producir un aullido de felicidad.

De pronto, sientes una lengua húmeda lamiendo tu cara. Ríes, pero te duele todo el cuerpo.

—Tranquilo muchacho —se escucha una voz. Y sientes como alguien aleja a tu perro.

Enseguida, tratas de levantarte, pero una mano humana te detiene.

—No se levante, está a salvo —dijo—. Tiene usted un gran perro. Nos llevó hasta donde estaba. Un segundo más tarde y... bueno, no estaría aquí. Tiene mucha suerte. Ahora descanse, todo estará bien.

Sonríes al escuchar las palabras. Nunca lo habrías imaginado. Te sentías muy feliz de seguir con vida. Ahora sentías a tu peludo amigo acurrucarse a tu lado. Querías abrazarlo, agradecerle, pero no podías moverte. No importa. El amor que sentías por él... sabías que era mutuo. Te alegrabas de que él también estuviera bien. No lo abandonarías, estarían juntos por el resto de sus vidas.

 No lo abandonarías, estarían juntos por el resto de sus vidas

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FIN

¡Has conseguido el Final A+B! ¡Felicitaciones!

La mezcla perfecta entre amor e inteligencia. A veces hay que ser duro cuando se requiere, centrarse en la situación. Si el amor es real, entonces se entenderá por qué a veces hay prioridades. Lo has hecho bien, has sido buen líder y eso se vio reflejado en el amor que te tuvo Luke. Ambos vivieron para contar esta historia.

Ya puedes continuar a la sección de Agradecimientos [A]


Sobrevive en las Cenizas [Libro Interactivo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora