[P-ABF1]

225 8 3
                                    

Liberas al can y escuchas un ligero aullido de confusión. Tras comprender lo que ocurre, tu peludo perro guía se acerca y frota su cabeza contra tu cara. Sonríes, pero no puedes evitar derramar unas cuantas lágrimas. Sabes que es un adiós.

Mientras tratas de controlar el llanto, escuchas como tu perro se aleja. Sus patitas correteando, te lo han dicho, sonando como diminutas tachuelas chocando contra el piso. Te sientes bien, ya que por lo menos él tendrá una esperanza.

Suspiras y te dejas vencer por el cansancio. Pronto, todo habría terminado. No te arrepientes de nada, hiciste todo lo que pudiste.

Sigue Leyendo en [P-ABF2]

Sobrevive en las Cenizas [Libro Interactivo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora