¿Amigos?

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Mientras dormía pasó algo que no había pasado desde hace mucho tiempo.

Tuve una pesadilla.

En la pesadilla, Izumi era nuevamente una niña de seis años, se encontraba en una casa que no recordaba haber vivido en ella, se encontraba en la cocina, frente a ella estaba su madre preparando la comida mientras su padre estaba leyendo un periódico, era de noche y el miedo invadió el pequeño cuerpo de Izumi. Se oyeron ruidos, gritos, y un enorme rugido. Su padre se encargó se serrar el periódico y sacar a ambas mujeres de la casa.

La imagen cambió, frente a ella ahora se encontraba su padre quien la apartaba abruptamente del paso haciéndola caer, pudo ver como una pared caía sobre él y le aplastaba, su madre desapareció de su lado logrando desesperarla.

Y lo reconoció, una bestia gigante que atormento sus sueños durante tres años, el Kyubi, toda la aldea estaba en caos, sus enfocaron el cuerpo de un niño tal vez de su edad, cargando un bebe, ella sabía quién era, pero la del sueño no lo sabía y estaba desesperada buscando un lugar donde refugiarse, lagrimas invadieron sus ojos y la imagen cambio.

Frente a ella ahora se encontraba su madre, tenía toda su ropa bañada en sangre y su pecho con una abertura dando a entender que ahí fue donde la apuñalaron, la boca de su madre se abrió y de estas salieron palabras hirientes a Izumi, le culpaba por su muerte. De la sangre del suelo salió su padre y empezó a apoyar a su madre, Izumi se tapó los oídos en un intento de callar las voces.

Tristeza, miedo, culpa, agonía. Todo eso sentía Izumi.

—¡Perdón! —gritaba desesperada— lo siento, madre, padre

Las voces de sus padres aumentaron haciéndole doler los oídos, comenzaron a ser gritos inentendibles y después se calmaron.  Izumi se encontraba en posición fetal y con sus manos tapando sus oídos, saco sus manos de los oídos al notar la falta de voces.

No lo abandones...por favor —la voz retumbo llamando su atención.

Frente a ella no había nadie, pero pudo reconocer la voz.

—No lo are— recordó.

Una explosión sobresalto a una dormida Izumi logrando hacerle caer de la cama.

¿Qué mierda?

Una segunda explosión sonó e Izumi se paró de inmediato, se colocó unas sandalias y su capa, agarro su mochila de viaje y salió corriendo fuera del refugió.

Los miembros de la organización se encontraban fuera tratando de apagar las llamas que se empezaban a propagar, Kisame salió tras de Izumi con pijama puesta y con lo que parecía una máscara verde en la cara.

—¡¿Pero que mierda pasa tan de mañana?!— preguntó enojado.

Hidan salió de entre las llamas con su capa prendida en fuego y tras el Kakuzu sin capa e intentando parar a Hidan e intentando echarlo al fuego.

—Hidan exploto la cocina—respondió la ronca voz de Orochimaru alterando a Izumi y enojando más a Kisame.

—¡Es que son idiotas! — grito el azulado—¡Suiton: Daibakufu no Jutsu!

Agua salió de su boca apagando las llamas y destruyendo a su paso una cocina quemada.

—Creo que eso no era necesario Kisame—Itachi apareció de la nada llamando la atención de Orochimaru y haciendo reír incomoda a Izumi.

—¡HIDAN! — el grito de Konan hizo que los presentes prestaran atención a la peli-morada totalmente colérica— ¡ESTAS MUERTO!

El platinado desapareció de la vista de los presentes mientras que la colérica se convertía en miles de papeles para perseguirlo. Tobi salió de la cueva con un gorrito de pijama sobre su cabeza y abrazando una almohada, el enmascarado al notar la destrucción de la cocina se le cayó la almohada.

Memorias de una UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora