Memorias de una Uchiha

De regreso a Konoha

Y lo consiguió.

Itachi volvió a conseguir el amor de Izumi, que nunca perdió, pero igual, la reconquisto y todos los miembros de Akatsuki presenciaron el enamoramiento de los Uchiha's. Y con decir que vieron todas sus facetas, lo dicen enserio, vieron como se dieron su "primer beso", como ambos sintieron celos, y lo mas importante de todo, como Itachi se atrevió a pedirle ser su novio y posterior mente su esposo, lo cual fue algo pequeño entre sus allegados y el Hokage.

Ahora la pareja se encontraba junto a Kisame en una misión, pero en el camino se enteraron de algo horrible.

Ya con sus dieciocho año, y próximamente viviendo juntos, Izumi sabía que no podía cambiar de opinión a Itachi de dejarse matar por su hermano, lo único que rogaba cada noche era que el momento de decirse adiós para siempre llegara más tarde que temprano.

El equipo de tres se encontraba comiendo en uno de los tantos locales ambulanteplaticando tranquilamente cuando unos ninjas de la hoja entraron a comer, trayendo con ellos la incomodidad para los Uchiha's y un ambiente frío para el local, lo cual ellos ignoraron, por mala suerte el equipo no poseían la capa de Akatsuki, lo cual causo que los Uchiha's bajaran la mirada con la esperanza de no ser reconocidos y causar problemas, Kisame por su parte se colocó un sombrero que compro en el camino.

Los ninjas de la hoja se sentaron en la mesa de alado suyo, empezaron una conversación energética ignorando por completo a sus vecinos de mesa, Izumi no podía ignorar su presencia por el simple hecho que ellos le daban mala espina, cargaban el típico uniforme ninja con el chaleco verde cerrado hasta el cuello, por lo visto eran jounin; se enfoco completamente en su comida hasta que sentido a su esposo tomando su mano,  la apretó levemente y se enfoco en lo que decían los ninjas. 

—Sí — decía desanimado un jounin de cabellos largos — Que lastima el no haber estado hay para ayudar, pero por lo menos llegaremos mañana para mostrar nuestros respetos al Hokage en su entierro.

Y hay fue donde entendí el porque de su repentino acto, Hiruzen había fallecido, me entristecí al instante, ese hombre fue una muy buena persona, la mejor que conocí.

Izumi suspiro entristecida mientras que con su mano libre seguía comiendo para no levantar sospecha, ya sabían a donde irían ahora.

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Izumi había llegado a la guarida que habían alquilado para no viajar todo el tiempo hasta la base de Akatsuki, dejo las bolsas con la comida que prepararía hoy día y se dirigió a su habitación rápidamente, se sentía mal, a penas llego al baño sintió como toda la comida estaba regresando a lo que pensó que algo le había sentado mal, lo cual pasaba mucho últimamente, se inclino un poco sobre el inodoro y dejo que todo saliera.

Maldita sea, ¿ahora que mierda me afecto?

Se levanto y bajo la cadena, camino hasta el lavamanos para limpiarse la boca y salir en silencio para acostarse en su cama y descansar un rato. La puerta sonó mientras ella se acomodaba en la cama.

—¿Quién? — pregunto desanimada. Se acomodo de lado mientras se abrazaba.

—Tu esposo — respondieron con burla tras la puerta, a lo que Izumi soltó una leve carcajada.

— No sé que esperas, después de todo también es tu habitación —y así lo hizo, ingresó a la habitación y se tiro a la cama para abrazarle, comenzaron a reír mientras Izumi le correspondía —Que acaso no a recibido hoy mucho amor el niño que se pone a hacer un berrinche -cuestiono divertida de la actitud protectora que estaba demostrando.

—Esos idiotas te veían mucho -escucho su voz amortiguada por culpa del abrazo, Izumi se estremeció al sentí su aliento en su cuello.

Recordó lo de hace unas horas, estaban comprando la comida que prepararían y mientras Kisame se encargaba de pagar todo e Izumi se separo para ir a hacer sus necesidades básicas, al salir un grupo comenzó a susurrar cosas mientras veían de manera coqueta a Izumi y le guiñaban el ojos, los ignoro olímpicamente pensando que estaban diciendo cosas malas de su persona, como hacía siempre que eso pasaba, pero por lo visto a Itahi no le agrado mucho que estuvieran viendo a su esposa de esa manera.