Memorias de una Uchiha

Lo siento

Trato de entender, ¿cómo Itachi no se a dado cuenta de mi desaparición?

Izumi ya lleva aproximadamente tres horas caminando sin rumbo alguno, su chakra era débil pero tenía lo suficiente para poder caminar, lo que sea que le hayan inyectado esos bandidos se desvanecera en cualquier momento y cuando al fin esté libre de lo que sea que bloque su chakra les dara una buena paliza a esos idiotas.

Los hombres pararon frente a una roca grande con grabados gastados, el lider de los cazarrecompensas se adelanto unos pasos hacia la roca y poso su mano sobre las inscripciones, la roca desaparicio trayendo con ella a dos ninjas ANBU.

Tan rápido llegamos a Konoha o es que lo que me inyectaron me dejo dormida un buen rato.
El lider, de nombre desconocido para la castaña, apunto a la chica y le susurro unas cosas a los ANBU, los ojos epezaron a picarle y los ninjas cojieron a la chica de los hombros llevandola adenntro de la cueva.

—Hey, ¿y nuestra recompensa?—grito uno de los bandidos.

Ah raiz.

La castaña trato de forcejear con un ninja pero este solo le inyectó una sustancia que desactivaba los puntos de chakras sin dejar morir, el segundo ninja cargo a la chica mientras que el primero se encargaba de lo que iba a pasar.

—Cambio de planes—informó con un toque de diversión en su voz—Danzo no les va a pagar, porque no saldrán vivos de esta—dijo caminando dentro junto al otro hombre y la Uchiha en brazos del antes mencionado.

—Esto no es lo que acordamos—chillo en lider tratando de alcanzarlo.

El lider, un hombre peli-verde con el cuerpo lleno de cicatrices, accidentalmente tropezo con un alambre metálico provocando que papeles bombas se activaran bajo los cazarrecompensa, llenando el silencio de gritos de dolor y agonía de los quince hombres que había ayudado a capturar a Izumi Uchiha.

Ya valí.

La castaña fue atada de pies a cabeza y con tal de evitar problemas los ojos de esta fueron vendados con una franela negra que encontraron los ANBU raíz. La castaña se sentía inservible, realmente había cambiado tanto estos años. Se odiaba de solo pensar eso, no le gustaba ser la damisela que proteger, tendrá que idearse un plan para lograr salir de este problema.

Izumi no sabe cuanto a pasado desde que los ANBU raíz le han estado llevando a ver a Danzo pero lo que si a notado es que la circulación de sus piernas es nula y han comenzado con ese típico hormigueo avisando la falta de circulación en estas, trato de moverse pero los hombres que la cargaban se lo impidieron y cuando menos se dio cuanta era tirada al suelo cayendo sobre su trasero provocandole un dolor intenso, movió súbitamente sus piernas para que llegara sangre a ellas y fue despojada abruptamente de la franela atada al rededor de sus ojos, frente a ella estaba Danzo, quien con un movimiento de mano echo de la habitación a los hombres que la trajeron, este solo se encargo de escanearla mientras la castaña ideaba un plan de escapatoria.

—No intentes escapar, — advirtió, se sentó frente a ella y sonrió— no lograras llegar a ningún lado si tratas.

Izumi le observo molesta pero no dijo nada, en la habitación solo había una puerta en regada, nada de ventanas, ni menos ductos de aire, solo una puerta en regada y cuatro paredes.

—Ahora que me tienes, ¿qué mierda harás?—desafío furiosa.

Danzo solo rió mientras se quitaba la venda del ojo derecho—Solo te mostrare la verdad—dijo mientras activaba su mangekyou sharingan, Izumi apenas lo vio se horrorizo, era el ojo de Shisui.

Danzo empezó a manipular sus recuerdos, haciéndola creer que ella había matado a cientos de niños inocentes, jugando con su punto débil pero también al notar que en unos de sus recuerdos actuales estaba Itachi empezó a sacarle información para así al fin matar al Uchiha.