Dudas

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La aldea de Rokuko era tranquila e Izumi no negaría que por unos minutos se sintió como en Konoha, pero la realidad es que esa pequeña aldea jamás sería su hogar ni el de sus hijos. Konan había aparecido por sorpresa frente a la puerta de la casa de los Uchiha, Izumi estando tan ocupada cuidando a sus hijos que no se dio cuanta del chakra de Konan hasta que estuvo frente suyo con bolsas llenas de comida. Respingo sorprendida de verla frente a ella y activó involuntariamente su sharingan, Konan soltó una risa y dejó La Bolsa de comida en la mesa de café de la sala.

—Parece que el estar de madre te está quitando entrenamiento— Se burló tratando de aligerar el ambiente pero solo logró poner pensativa a Izumi.

Era cierto eso, desde que habían llegado a Rokuko Izumi se la había pasado solo en su labor de madre olvidando por completo que era una ninja y que ser fuerte para proteger a sus hijos. Izumi no pudo responder nada, no sabía que responder, Itachi se había quedado con ellos todo este tiempo y se le había creado la estupida ilusión de que eran una familia normal, de que estaban en Konoha o algo parecido y sobre todo que no estaba ocurriendo toda la mierda que se estaba creando fuera de las cuatro paredes de su casa y las murallas de la aldea.

Konan al ver que Izumi se perdía en sus pensamientos decidió pensar algo rápido para no dejar a su amiga tanto tiempo sumergida en sus pensamientos, Itachi le había situado para que pasa un tiempo con Izumi dado a que estaba preocupada de su esposa, según la carta que le había enviado Izumi se había enfrascado tanto en su burbuja que olvidaba todo lo que pasaba afuera e Itachi creía que sería bueno un momento de realidad dentro de su burbuja.

Observó como un clon de sombra de Izumi cuidaba a los niños mientras la original se encargaba de limpiar la casa, suspiró y contemplo a la pensativa Izumi.

—Se ven grandes— Llamo la atención Konan ganándose una sonrisa de Izumi.

—No falta mucho para que lleguen a los siete meses—Murmuró viéndolos de reojo.

La joven madre terminó de limpiar la mesa de la comida y se adentró a la cocina para revisar la nevera. Konan aprovechó la oportunidad para hacer sentir bien a Izumi.

—Eh hablado con Kakuzu y mi a dicho que Itachi se a estado recuperando, parece que tú y sus hijos le an ayudado a seguir luchando contra la enfermedad que posee— Declaró con la idea que eso alegraría a Izumi y tras eso le haría volver a la realidad.

Izumi se paralizó viendo fijamente la nevera casi vacía, recordó un momento de su embarazo, un momento que le dejó muy en claro a Izumi que no importa cuanto amor pueda tener Itachi por ella o por sus hijos, él jamás evitaría su muérete a manos de su hermano por ninguno de ellos. Ese día los miembros de Akatsuki habían celebrado los cuatro meses de embarazo de la Uchiha, habían tomado todos a excepción de las mujeres, Pain y Tobi. Itachi comenzó a hablar incoherencia mientras Izumi se encargaba de cuidarlo en su borrachera hasta que salió el tema de su enfermedad, la joven madre no quiso decir nada pero Itachi con una simple frase le dejó bien en claro, al menos a ella, que la existencia de ellos no valía nada como para dejar su estupida idea de morir en brazos de su hermano.

Parpadeo varias veces y fingió una sonrisa a Konan apenas se giró.

—Si,— Afirmó migrando a su amiga— Parece que el amor que le damos le ayhuda a luchar por vivir — Repitió sabiendo que era mentira.

Anotó unas cosas en un papel y miro sonriente a Konan.

—Se que no tengo derecho a pedirte nada, pero enserio tengo que correr a comprar comida, ya van a cerrar y no habrían hasta el Lunes, y con la poca comida que tenemos no creo que sobreviviremos hasta ese día— Suplico rápidamente Izumi uniendo sus manos como para rezar.

Memorias de una UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora