Evento Cuatro

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¿No crees que deberíamos ir buscando un nombre para el bebé?

-Si, es valido. ¿cual quieres ponerle?

He pensado en muchos pero me gusta mas... Raúl.

-¿Raúl? ¿haz dicho Raúl? ¿Estas segura Aaminah?

Claro que si, al parecer te incomodó,  de ser así puedo ponerle otro nombre.

-No, ese está perfecto. A mi también me gusta. Oye, ya que estamos hablando del bebé quisiera decirte algo...

《Cuando el bebé nazca nos vamos a separar》

Juro escuchar mi corazón romperse tal cual suena un pan tostado con una gran mordida. Había dejado mi corazón helado, y un dolor de cabeza, sentí contracciones.

El intento ayudarme pero solo lo alejé de mi.

¿te sientes bien?

Si, aléjate fe mi por favor. Vete, no quiero verte.  Sentía a Raúl patear dentro mio como loco. Respire profundo y me calmé.

Marco Aurelio se ha ido, ahora puedo llorar, el hombre por el cual deje mi familia ahora me abandona, cuán grande es mi dolor...

-las luces comenzaron a parpadear, y entre las siluetas de las sombras pude ver como estaba allí mi padre, de pié, mirándome fijamente y con una sonrisa oscura en lugar de dientes y sin sonido-

Comienzan las contracciones, ¡no puede ser aun no es tiempo aun me quedan tres semanas! no puedes nacer ahora, cerré los ojos para soportar los punzones de cada contracción y al abrirlo a 2 cms de mi rostro, estaba el de mi padre, no tenía ojos, solo sus cuencas vacías llena de oscuridad, en su boca sus dientes eran puntiagudos al igual que sus orejas, y su nariz muy fina, fue alli, cundo volví a sus ojos y tenia dos puntos rojos en medio de la oscuridad de sus cuencas.

Un frío recorre mis pies y un grito de miedo me hace romper fuente. No creo que llegue al hospital, necesito hacerle saber a Marco Aurelio que estaré ahí, que Raúl ya viene. Las contracciones son más frecuentes.

He pedido un taxi en la esquina, aun recuerdo lo que vi, aun me da escalofríos y siento como si me mirase, siento miedo y mi bebé también porque esta muy inquieto.

Trato de respirar, no lo siento moverse. ¡por dios! ¿estará bien?

-Digame su nombre- me dijo la doctora que me recibió.

Aaaaaa... duele, es una contraccion, son cada 8 minutos.

-bien, necesito tu nombre.

Aaminah, Aaminah Hasbun, trataba de respirar,  el calor asotaba, todo mi cabello estaba pegado a mi cuello, me dolia mucho la espalda. Odio las agujas y ahora me pondrán tres. ¿Dios mio,  en que me metí?

-Bien Sra. Hasbun, su esposo es ¿Marco Aurelio Hasbun? 《Si》 bien, acaba de llegar, en unos momentos estará aquí.

Sentí alivio, no estaba sola, el había venido y para mi eso era suficiente.

El abrio la cortina provisional en donde estaba... A ver, amor, necesito que me digas como te sientes.

Juro que lo mire con cara de odio ¿como podía sentirme?

-vamos a ver como va la dilatacion- dijo la doctora.

Necesito que seas fuerte por nuestro bebé ¿si? Lo haremos juntos.

-te vamos a llevar a quirofano ahora. Necesito aquí a la Dra. Neonatal, al cardiologo, enfermeras, tenemos un parto en proceso. Bien Aaminah, necesito que te relajes, vamos a traer al mundo a tu bebé, anunció la dra.

-Cuando te avise, pujas, ¿entendiste?

Si.

Duele mucho amor, no creo que pueda.
~si puedes.

-Aaminah, respira profundo, cuando sientas la contracc..

Uñññnnm...

-¡Puja..!

A A M I N A HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora