Evento Veinticuatro (F I N A L)

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26 de diciembre de 2016

Desde ese ultimo recuerdo, no he vuelto a ver a Aaminah, pero me siento diferente, como si algo en mi hubiese cambiado.

Desde el día en que enfrenté a mi padre mi manera de verlo y los sentimientos que me transmite son diferentes a como eran antes, ahora soy mas duro con el, mas frio, como resentido, "mamá" también lo ha notado, y habitualmente puedo oir como hablan de mi, de mi cambio de humor y de carácter.

Papá ha decidido hablar conmigo, preguntarme que me pasa, pero no soy yo el que contesta, y el lo nota en mi forma de hablar y de mirarle, recuerda a mi madre biologica, como mi expresión se asemeja tanto a la suya en ese momento, pero no comenta nada al respecto, simplemente deja caer un ultimo comentario, 'bueno, debe ser el estres del trabajo, pero espero que este cambio de humor no dure demasiado, buenas noches hijo', y se va a dormir.

Yo hago lo mismo, y es en la cama, donde escucho la voz de Aaminah  sin tiener control de mi cuerpo. Solo puedo tener una conversación conmigo mismo ¿por qué mi padre tuvo que asesinarla? ¿porque frente a mi? ¿por qué ahora? Aaminah, vuelve a ser una silueta, sin ojos pero con una mirada penetrante, sin emoción en su rostro, vuelvo a retomar el control de mis extremidades.

Aaminah comienza a revoltear la habitación y a hacer ruido, ruido que solo yo escuchaba. Hasta que desapareció. No por mucho tiempo, pues dos horas más tarde, ella se apodera nuevamente de mi cuerpo y mente, lucho con mi impulso de no dejarme dominar, pero todo esfuerzo fue en vano.

Aaminah estaba llena de ira, quería vengarse de mi padre por haberla separado de su mi cuanso apenas era un bebe.

Comienzo a caminar en contra de mi voluntad, me dirigió a la cocina y tomo unas tijeras, para carne... despacio, con la mirada vacia, con una sonrisa muerta, me encuentro a papa que había cruzado al baño, me ve a media luz en el pasillo. Me pregunta ¿que haces despierto?, alzo la mirada y digo: "no me separaras de mi bebé, te lo dije una vez". Saltando sobre su cuello cortadolo como si fuera tela. La sangre que a chorro dibuja las paredes, causa una risa enorme en Aaminah.

La satisfacción de saber que había separado de su hijo al hombre que la separo de el, la hacia sentir como si estuviera viva.

Aún estoy conciente en mi cerebro, grito a todo pulmón "¡¿por qué?! ¡¿por qué me elegiste a mi?! Ahora no te tengo a ti, tampoco a el...

Aaminah, aun con poder sobre mi cuerpo, una una esquina de mi camiseta con sangre  y escribe en la pared:

~Aquí estaremos juntos los tres~

Acto seguido hizo que me apuñalara con las tijeras a mí mismo, en medio de la agonía vuelvo a ver la silueta negra, como aquel primer dia, solo que esta vez me decia, con una voz muy clara:

"te prometí que estaríamos juntos otra vez, algún dia".

A A M I N A HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora