15 de diciembre 1990
¡Que año que ha rendido este! ¿será que es eterno? Estuve embarazada, di a luz y todavía estamos en el 90 pero mi bebé esta muy grande y hermoso. ¿Quien es el niño hermoso de mamá?
~Aaminah...
Escucho decir mi nombre, no veo a nadie a mi alrededor.
~Aaminah, ¿donde estas?
Estoy aquí, estoy con el niño en el jardin. Marco Aurelio ha llegado temprano hoy a casa. Carga al bebé y me pregunta que tal todo. Como ya se había hecho costumbre estábamos ya muy separados, el solo dormía en la casa por Raúl, pero no por mi, ya no me miraba como mujer y eso me hacía sentir algo incómoda y mi autoestima bajaba. A penas tengo 18 años y ya no despierto ninguna pasión en Marco. Es tan hermoso verlo jugar con nuestro hijo. Duele saber que a mi ya no me ama mas.
~Aaminah... debemos hablar.
Si, ya se lo que diras, que no me quieres, que debemos separarnos. ¿crees que esta bien? ¿que no me duele? Me estas dejando sola con un bebé.
~No es asi, siempre estaré para el niño. Y para ti si necesitas algo siempre y cuando no sea sentimental, ni sexual. Ouch, has tocado un nervio.
¿Me das a Raúl? Es hora de darle el seno y quiero que se duerma temprano.
Marco me dio al bebé y se marchó a resolver unos asuntos. Así que mientras caminaba en dirección a mi habitación vuelvo a notar una oscuridad extraña, no la que se posa cuando se oculta el sol o se va la energía electrica ¡no! Es la misma que se presenta cuando Caym quiere visitar a su ahijado. ¡así es, Caym apadrinó a mi hijo!
Sigo caminando y de repente sale de mi habitación y se posa en frente, sus alas negras y su sonrisa vacía ponen mi corazón a millón por hora esta vez, si solté a mi bebé y lloré por dentro porque no me podía mover. Pero Caym lo sostuvo. Esta vez Caym era distinto más aterrador...
Su cara era mas ancha y sus dientes más filosos, era negro como la noche y sus ojos seguían siendo rojos. Parecía petróleo con forma de pájaro y algo indefinido que no puedo explicar el miedo se apoderó de mi
-pero no te desesperes mujer, ya deberías estar acostumbrada a mi presencia.
Me quede muda.
-¡Ah!, no tienes que hablar, al parecer Raúl si me reconoce ya. Toma, es hora de que lo alimentes.
Sostuve a mi hijo no se como, no podía hablar...
~Espera, dame un momento. Como si se tratase de un chiste entró a mi baño y cuando salió era muy diferente, estaba vestido de blanco, muy luminoso, ese aspecto grotesco y asqueroso, tenebroso desaparecio. Era alto, elegante, un cabello canuco que hacía resaltar la madurez de un hombre humano.
~No te emociones Aamina, vengo a explicarte las razones de por que protejo tanto a este criado. Y para que no estés con esa cara de espanto tan horrenda es mejor que esté presentable. ¿mencioné en alguna ocasión que soy hermoso? ¡Pues ya me ves!
~Salí muy rápido del infierno antes que a Lucifer se antojara de divertirse con algunos de esos pobres diablos sin rango y me pusiera a mi como juez. Por eso llegue con mi apariencia verdadera. Pero pusiste una cara de espanto que no se que me asustó mas, si tu cara o que de verdad fuera muy feo en mi territorio.
Todo me lo dijo muy calmado mientras arreglaba la manga de camisa y estiraba ese hermoso saco blanco de botones negros.
~Lo único que no puedo ocultar son estos ojos, lo siento, me hacen más llamativo.
Claro que si, como no, eso veo. Igual sigues siendo feo.
~calla y pon atención simple mortal.
Nuevamente sentí el frío más aterrador de mi vida cuando pude escuchar su verdadera voz. Juro no querer escucharla nuevamennte.
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A A M I N A H
ParanormalAaminah sufrió... Fue separada de la manera mas cruel de su gran amor. Ahora busca la forma de vengarse y conseguir tan solo un poquito de felicidad.