A A M I N A H

Evento Dieciocho

En el infierno no hay fecha

Ha pasado mucho tiempo desde que me separaron de mi bebe, he podido salir en varias ocasiones veo que mi hijo está más grande, aun sigo sin recordar que pasó. Solo fragmentos, de estar en el piso pero no mas.

Se supone que mi memoria debería estar en perfecto estado pero algo más pasa ahí y no se por que.

-oye tu... ¿Zabulon?

No soy tu criado, para ti soy amo zabulon.

- (O.O) ¿desde cuando tienes rango? ¡da igual! Una pregunta... ¿tienes todos tus recuerdos?

Claro que si, un demonio tiene buena memoria.

-¿por qué yo no?

Primero porque no eres un demonio. Segundo porque en ti no hay un grado de maldad elevado. Así que eres un alma más, la cual por por cierto debería estar siendo torturada por haber sido ofrenda y no bajo la protección del amo Caym.

~¡Zabulon...! -se estremecieron las paredes ante la voz de Caym-

~¿cuantas veces te he dicho que no te metas en lo que no te importa?

Pe... pe, per... ~¡Pero nada... desaparece de vista!

~Aaminah la razon por la que tus recuerdos no están completos es porque yo he interferido en ello. No me interesa que seas un demonio. Pero si quieres serlo es tu problema, estarás a merced de Lucifer, mientras que si solo eres un alma estas a merced mia.

~Podría restaurar tu memoria hasta el día en que naciste. Pero como solo te interesa saber quien es tu asesino puedo hacer solo esa parte. -una risa burlona sale de Caym-

-entonces ¿siempre haz sabido quien es?

~Por supuesto, recuerda que cuando sientes miedo me llamas, bueno llamabas. Así que pude ver todo. Solo que lo elimine de tu cabeza para evitar ciertas peticiones a Luc. y asesines a tu hijo.

-¿asesinar a mi hijo? ¿por qué haría eso?

~Puede que me odies mucho y no me quieras en la tierra haciendo con los demás lo que he hecho contigo.

-No lo habia pensando. Bueno, si te pido que lo restaures ¿puedo proponerte un trato?

~¿Que puedes proponerme tu en un lugar donde no tienes ninguna potestad?

-¿puedes restaurarlos o no?

~Obvio. ¿cual se supone que es el trato que me propones?

-tu restauras mis recuerdos desde el día que fui al parque con Marco Aurelio y Raúl y me permites poder tocar a mi hijo.

~eh... ¿sólo eso? ¿que hay para mi?

Podrás utilizar a mi hijo como puente desde que sepa de mi existencia.

~ummm... suena razonable.

-al paso que va el tiempo aquí mi hijo crece más rapido. Así que será pronto.

Ah, otra cosa, quiero que cuando llegue su hora el venga conmigo.

~Eres buena... debo admitirlo. Bueno, dame un momento y restauro eso. Eso si, no soy resp...

-Deja de hablar tanto y hazlo de una buena vez.

~¡Oye, puedo mandarte con Lucifer, así el restaura de una vez tus pensamientos y no vuelves a salir jamás de aqui.! ¿como ozas desafiarme?

Sentí como cada cm de mi piel se estremeció ante el enojo de Caym, hizo la simulación de abofetearme pero no lo hizo.

Posó su gigantesca mano sobre mi, simulando una jaula, entré en un trance extraño, vi como trancurrio mi vida desde el día en que nací hasta el último impulso por ponerme de pie.

-¡no puede ser!... lloré, me llené de odio, de rabia, quería vengarme por haberme separado de hijo. No fue la mejor manera de hacerlo. Quería verlo sufrir y que sintiera lo que yo sentí.

Pregunté a Caym:  ahora que tengo estos recuerdo ¿soy un demonio?

~No. Para ser demonio tienes que nacer aquí. Aunque ahora pudieras serlo pero tendrías que renunciar a salir cuando se me invoque. El único que puede convertir el alma de un mortal en demonio es el mismo diablo.

-Pero zabulon dijo...

~No hagas caso a lo que diga Zabulon. -y se marchó-

Me sentía destruida, ansiaba con ganas que Caym fuere invocado. Hasta que se dió. He visto a mi hijo, es hermoso, cada está más grande, más guapo ha de tener algunos 18 o 19 años, no estoy segura, cuando pinsas que haz pasado una hora, en la tierra han sido meses o hasta años. Cuanto quisiera tocarlo, lo he visto siempre pero el no sabe de mi existencia aun.

Ahora que mis recuerdos han vuelto entiendo por que Marco Aurelio no tardó en buscarle familia mi hijo...