Capítulo 8

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El curso siguió avanzando velozmente. Más de lo que les gustaría a más de uno. Y así poco a poco se fueron acercando los exámenes Globales de final de trimestre. Hoy era lunes.

Mañana martes ya tenían los primeros exámenes. El de lengua y el de matemáticas. No eran ni las dos. Hoy los chicos habían comido muy rápido. La mexicana estaba en su habitación.

- "No voy a poder..." - Pensó suspirando.


Luna hizo un acto de valor y se levantó. Al llegar al pasillo giro a la izquierda y camino un metro y medio. Luego dio un cuarto de vuelta hacia la izquierda. 

Estaba delante de la puerta de Matteo. Levanto su mano con la intención de llamar. Pero le daba mucha vergüenza así que no pudo terminar. Estaba reuniendo el valor para hacerlo.

Sin embargo la puerta se abrió rápidamente y Matteo se encontró de cara con Luna y parecía que estaba a punto de llamar a su puerta.

- Hola... ¿Ocurre algo? - Preguntó Matteo.

- "Que inoportuno llegas a ser." - Pensó Luna frustrada. - Si bueno veras... yo... quería... pedirte... un favor. - Dijo la mexicana sonrojada.

- ¿De qué se trata? - Pregunto Matteo con curiosidad.

- Bueno... yo... esto... a ti se te dan muy bien las matemáticas. - Divago Luna nerviosa.

- Si... - Respondió Matteo extrañado.

- Bueno... supongo que habrás notado que a mí no, precisamente. - Dijo Luna.

- Si... - Contesto el Matteo empezando a ver por dónde iban las cosas.

- Me... preguntaba si tu... podrías... ayudarme a preparar el examen de mañana. - Dijo por fin muy nerviosa.

- Luna... yo... no me viene muy bien precisamente. - Dijo Matteo intentando negarse.

- No te lo pediría... si no estuviese desesperada. - Dijo Luna triste mirando al suelo.

- ... - Matteo suspiro profundamente. - Esta bien... pero... no puede ser esta tarde. - Dijo Matteo.

- Pero... el examen es mañana... ¿No puedes quedarte... por un día? - Pregunto Luna.

- No, lo siento Luna... pero... si te parece bien podemos estudiar después de cenar. - Se ofreció Matteo.

- Vale... gracias Matteo. - Dijo la mexicana nerviosa pero contenta.

Luna volvió a su habitación. Matteo a las tres y media se marchó despidiéndose de la señorita de ojos verdes que habitaba en la habitación contigua a la suya.

La tarde paso muy lenta para la mexicana. Sin embargo ya se acercaba la hora de cenar y la madre de Luna y Matteo llegaron más o menos a la vez.

- Buenas noches. - Dijo Matteo.

- Buenas noches Matteo. - Respondió Monica sonriendo.

- Buenas noches. - Respondió Luna también.

Los tres cenaron con normalidad aquella noche. Sin embargo Luna y Matteo se fueron al piso de arriba nada más acabar.

Luna se puso en su escritorio y comenzó a sacar todas sus libretas y apuntes. El italiano había ido a su cuarto a por una libreta, un lapicero y una calculadora científica.

- Bueno... ¿Qué es lo que no entiendes? - Preguntó el italiano.

- Bueno... esto... pues... todo. - Dijo Luna sonrojada.

- "Va a ser una noche larga." - Pensó Matteo en su cabeza.

El italiano se acercó a Luna y vio que había puesto de todo en su mesa. Cosas que Matteo consideraba que eran un poco innecesarias, él cogió todos sus apuntes y los dejo encima de la cama.

- No necesitamos apuntes. Las matemáticas no se pueden estudiar... hay que aprenderlas. - Dijo Matteo mirando a la mexicana.

Detrás de Tu Sonrisa (Lutteo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora