Capítulo 19

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Ya era de día en la gran ciudad de Argentina. Los rayos del sol entraban por el comedor en el que Matteo y Luna se habían quedado dormidos aquella noche.

Esta vez había sido Matteo el que se había dormido encima del pecho de la mexicana. Él fue el primero en levantarse. Cuando Luna se despertó pudo sentir su cuerpo un poco adolorido por haber tenido toda la noche encima a Matteo. Pero no le molestaba.

- Buenos días. - Dijo Matteo mirándola.

- Buenos días. - Habló Luna sonrojada al recordar lo que pasó aquella noche.


La intención de ambos era ir a dormir a sus habitaciones pero estaban demasiado cansados y acabaron por dormirse en el sofá. El resultado es que ahora les dolía todo el cuerpo.

Aun así se levantaron y tras unos cuantos minutos perezosos comenzaron a desayunar. Luna se pasó un buen rato callada. Cosa que preocupo al italiano.

- ¿Ocurre algo Luna? - Preguntó cuándo la susodicha se había levantado para dejar los platos en la cocina.

- Estaba pensando... 

- ¿En qué? - Preguntó Matteo con mucha curiosidad.

- En algo que... deberíamos hacer... hoy... creo. - Dijo Luna muy sonrojada.

- ¿Qué deberíamos hacer hoy? ¿El qué? 


Luna muy avergonzada se acercó su chico y le susurro una cosa al oído. Matteo enrojeció en aquel momento. 

- Pero Luna... eso es muy vergonzoso. - Dijo Matteo rojo como un tomate.

- ¿Crees que no lo sé? Pero... tenemos que hacerlo. - Dijo Luna mirando a Matteo.

- Ya... si... tienes razón... - Habló nervioso Matteo.

- ¿Por qué no lo haces tú? - Preguntó Luna.

- ¿Yo? ¡Che vergogna! 

- ¿Cómo?

- Qué vergüenza Luna. - Repitió el italiano mirando hacia otro lado.

- Bueno vale... seamos justos... cara o cruz. - Dijo Luna sacando una moneda. 

La chica lanzó la moneda al aire. La agarró y la coloco en su mano. Todavía la estaba tapando. Ambos se miraron a los ojos.

- Cara. - Dijo Luna.

- Cruz. - Contesto Matteo mirando la mano de Luna.

La mexicana la destapo. Matteo se maldijo y Luna suspiró aliviada. Había salido cruz. La chica se libraba de aquello tan vergonzoso. Matteo se deprimió pero tenía que ser justo... había perdido.

- ¿Y si lo hacemos los dos? - Preguntó Matteo.

- ¿Los dos? ¡Eso sería aún peor! - Dijo Luna roja.

-  De acuerdo. - Suspiró Matteo frustrado.

- "Menos mal que no ha visto que era mi moneda trucada de la suerte con dos caras." - Pensó Luna aliviada.

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Matteo había salido a la calle. Concretamente estaba delante de una farmacia maldiciéndose por haber escogido cruz.

- "Ya podrías haber venido tu Luna." - Pensó Matteo llorando por dentro.

Matteo, totalmente sonrojado, comenzó a entrar. Su corazón estaba palpitando con fuerza.

- "Seguro que si le hubiese dicho que no puedo tener sobresaltos ni ponerme muy nervioso me habría creído... no... no puedo engañarla con eso. Hoy me encontraba bien... ni en broma usare eso." - Pensó Matteo decidido.

Detrás de Tu Sonrisa (Lutteo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora