X

90 7 0
                                    

  Luego de un rato llorando, cuando me calmé un poco, decidí que no quería estar más en el instituto, al menos ese día, así que fuí a la enfermería diciendo que me sentía muy mal, que tenía fiebre, y cosas así, y claro, antes de eso me puse agua muy caliente en mi frente y mejillas para que estas estén rojas y calientes, y todo salió como esperaba. La enfermera llamó a mi madre y minutos después me vino a buscar y me llevó a casa.

  —¿Y tú que haces acá? Deberías estar en el instituto —dijo mi padre al verme entrar.
  —Le dió fiebre —dijo mi madre en mi lugar.
  —¿Y eso qué importa? De todas formas debe estar en el instituto. Ahora ve a dejarla que aquí es un estorbo.
  —No lo haré.
  —¿Qué dijiste? —dijo en tono de amenaza.
  —Que no lo haré. ¡Tiene fiebre! ¡No podrá concentrarse!
  —Como si siempre se concentrara —dijo riendo.
  —¡Ya basta! ¡Ella tiene fiebre, y no irá al instituto, punto!
  —¿Y tú quién te crees que eres para darme ordenes? Deja tu estupidez de lado y ve a dejarla de una vez a ese instituto.
  —Te he dicho que no lo haré.
  —Bien, entonces lo haré yo. Después hablaremos de esto.
  —¡No! —Dijo encondiéndome detrás de su espalda.
  —Tú no eres la que da ordenes aquí.
  —¡Pero eso no tiene nada que ver! ¡Tiene fiebre! ¡No puede ir al instituto! ¡Quizás hasta se desmaye!
  —¿Qué tonterías dices ahora? —Dijo riendo.
  —No es ninguna tontería. Ella se queda aquí, quieras o no.
  —Ahora sí te pasaste. ¿Tú? ¿Hablándome asi? ¿Quién te crees? ¡Por mí que se muera! ¡Pero va a volver al instituto ahora tenga o no fiebre!
  —¿¡Como se te ocurre decir algo así?! Es... ¡E-Es tu hija! ¿N-No le tienes ni un poco de compasión?
  —No. Y hay algo incierto en esa oración. Me imagino que sabes lo que es. Por esa razón, no me importa ni un poco lo que le pase.
  Mi madre no dijo nada, en lugar de palabras, le dió una bofetada a mi padre.
  —¿Cómo te atreves? —Dijo mi padre antes de empujar a mi madre tan fuerte que, además de caerse, se deslizó un poco por el suelo.
  —¡Mamá! —Dije al agacharme para ver si estaba bien, pero... estaba desmayada. —¡Monstruo! ¡Está desmayada por tu culpa! —Dije dándole golpes a mi padre, ántes de que él también me empujara de la misma manera que a mi madre, pero no me desmayé, ya que mi cabeza no alcanzó a tocar el suelo.
  —Tú no te ves con fiebre, niña. ¿Qué hiciste? O la enfermera es muy tonta o te tomaste algo a propósito. Sea lo que sea, tú vendrás conmigo al instituto.
  —¡No! ¡No iré a ninguna parte contigo! ¡Monstruo! ¡No mereces respeto! ¡¡No mereces nada!! —Mientras decía lo último, me levanté dificultuosamente y le di un golpe con mi pie en su entrepierna dejándolo en el suelo.
  Nunca pensé que algun día haría eso...
  Aprovechando el estado de mi padre, me llevé con cuidado y con algunas dificultades a mi madre al centro de salud más cercano y dije que se había golpeado fuertemente la cabeza al caerse de un taburete al intentar sacar un vaso que estaba alto, y que luego se había desmayado.
  No pude decir lo que en verdad pasó, porque me daba miedo lo que pasaría después.
  Se la llevaron a una sala a la cual no pude entrar, así que me fui a la sala de espera.
  Éste es uno de los peores días de mi vida... Primero mi padre me golpea sin razón, después Ethan confirma mis sospechas de que estaba jugando conmigo, después Jessica me hace recordar lo que ese estúpido que tiene como novio me hizo, lloré como estúpida por eso, me hice un nuevo corte, Matthew casi lo descubre, y ahora tengo que esperar lo mejor para mi madre.
  Pero ahora que lo pienso... hablando de Matthew... él dijo que sabía que había algo que me acomplejaba... ¿Cómo sabía eso? ¿Y por qué se preocupa tanto por mí? Yo lo trato pésimo, y aun así quiere ayudarme... ¿Y cuánto sabe de eso que me acompleja? No creo que lo sepa todo, pero... ¿sabrá algo sobre mi padre o de mi pasado? ¿O sólo lo supone?...

  Una cabellera café me sacó completamente de mis pensamientos, dando lugar a recuerdos... muy malos recuerdos...
  Andrew acababa de entrar al lugar.
  Oh, no... creo que me vió...

  —¿Zoe? ¿Eres tú? —Dijo al verme y después de ver que la sala de estar estaba vacía sin contarnos a nosotros y una señora leyendo un periódico.
  Se acercó a mí y se sentó en el asiento de mi izquierda.
  —¿De verdad eres tú? ¿Zoe Black? ¡Cuánto tiempo! ¡Has cambiado mucho! ¿Te teñiste el cabello?
  —Si no lo hubiese hecho lo tendría castaño claro y no negro, ¿no crees?
  —Cierto. Y entonces, ¡cuéntame algo! ¿Cómo has estado todo este tiempo?
  —Como siempre. ¿Qué debería contarte?
  —No sé... ¿A qué instituto vas? ¡Para ir a inscribirme ahora mismo!
  Un momento... ¿A qué se refería con eso?...
  —¿A qué te refieres con eso?
  —Que me digas a qué instituto vas para poder inscribirme y estar contigo, quizás?
  —¿Y tú quién te crees? Después de todo lo que me has hecho, ahora estás aquí, ¡como si no hubiese pasado nunca nada!
  —Oh... ya sé a qué te refieres... sobre eso... lo siento, ¿sí? Fue hace tiempo y... estoy arrepentido sobre ello... ¿Me perdonas?
  —¿Crees que te perdonaré con sólo unas disculpas? ¡Tú no te arrepientes de nada! Sigues y seguirás siendo el mismo estúpido de...
  Sin poder terminar de hablar, Andrew me tomó de los hombros y me besó. Yo me quité inmediatamente y le planté mi mano fuertemente en su cara.
  —¿Por qué fue eso? —Dijo con cara de confusión.
  —¡Eres un estúpido! ¡Estás engañando a Jessica como lo hiciste conmigo! ¡Esto no se quedará así! ¡Que te quede claro!
  Iba a darme una vuelta luego de decirle eso, pero antes, me agarró el brazo y me giró hacia él.
  —¿De qué estas hablando? —Dijo calmado, pero con cierto enojo en su tono.
  —Jessica, tu «novia», es mi mejor amiga, para tu información, ¡y le contaré todo lo que ocurrió! ¡Quien fuiste y quién eres!
  —Pero no creo que ella quiera saber que su mejor amiga fue novia de su novio, y menos saber que hace poco se besaron, ¿no crees?
  —Y yo no creo que ella te crea a ti. Me conoce hace años, ¿y a ti? ¡Te conoció gracias a un imbécil que te dió su número! ¡Hace tan sólo meses!
  —Oh, Ethan... gracias a él la conozco. No sé si tu lo conozcas a él, pero fue quien me dió el número de Jessica.
  ¿Ethan? ¿Él le dió a Andrew el número de Jessica?
  —¡No importa quién fue! ¡Lo que importa, es que le diré todo a Jessica! ¡Y no podrás detenerme!
  —De acuerdo, dile lo que quieras. Ya quiero ver a quién le cree. ¡Adiós! —Dijo lo último amablemente, como si no hubiera pasado nada, y se fue.
  Esto es increíble... ¿Cree que Jessica creerá su versión? Porque si es así, está muy equivocado, ¡es obvio que me creerá a mí! ¡Soy su mejor amiga! ¡No puede no creerme!

  Intenté quitar el tema de mi cabeza pensando en mi madre. Me siento pésimo... gracias a mí ella está aquí, ya que yo fui la que fingió tener fiebre, sólo para evitar mis problemas, y ahora estoy aquí, con otros dos problemas más.
  Soy la peor persona del mundo... ¿Cómo no pensé que podía pasar eso?
  Ojalá esté bien... quizás esté exagerando un poco, pero igual podría pasar algo malo...

  —¿Señorita Black? —Preguntó una enfermera viendo alrededor.
  —Esto... soy yo...—dije.
  —Oh, de acuerdo. Su madre no tiene heridas graves, sigue desmayada, pero pronto podrá volver a su casa. Diría que unos minutos después de que despierte podríamos darle el alta.
  —Ok, gracias. Esperaré por aquí, daré una vuelta.
  —De acuerdo, le avisaremos cuando su madre despierte.
  —Bien, gracias de nuevo.
  —No hay de qué.
  Como le dije a la enfermera, fui a dar una pequeña vuelta para despejarme, pensar en otra cosa, pero era imposible.
  Ahora, definitivamente es el peor día de mi vida. Además de todo lo que me pasó, tiene que llegar Andrew a empeorar todo, además de que hay algo en esta historia que me inquieta... Jessica me ha dicho repetidas veces que está totalmente enamorada de Andrew, y... eso podría jugar en mi contra... Como está tan enamorada, puede que no pueda pensar en nada malo sobre Andrew, que nunca ha hecho nada, y que yo, como ya he salido con él, quiero hacerle pensar que no vale la pena para que termine con él y que yo pueda volver a estar con Andrew...
  Agh, ojalá no ocurra eso... pero no creo... soy su mejor amiga... no debería creerle a él, ¿no?...
  Unos minutos después, me llamaron para decirme que mi madre ya podía volver a casa, pero en vez de eso, fuimos a dar una vuelta a la ciudad, porque no queríamos volver a casa con mi padre dentro de ella, queríamos volver cuando fuera de noche, y estuvieramos seguras de que estaría durmiendo, y por suerte, al volver a casa, más o menos a las dos de la mañana, estaba durmiendo. Yo me fui a mi habitación, y mi madre prefirió dormir en el sofá del living.

  Finalmente, el día acabó.

<><><><><><><><><><><><><><>

Cárcel Sin RejasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora