XVI

81 6 1
                                    

  No supe qué decir al momento de escuchar lo que me dijo Matthew. ¿Le gusto? ¿Cómo puedo gustarle? ¿Qué he hecho yo para gustarle?
  —¿Q-Qué? Yo te... ¿Es en serio?...
  —... Sí...
  —... P-Pero... ¿cómo? Con suerte no te he tratado mal dos o tres veces y aún así...
  —Zoe...—interrumpió—no me importan todas las veces que me has tratado o contestado mal, y ¿sabes por qué? Porque sé que tú no eres así... Sé que detrás de esa capa oscura ocultas a la verdadera Zoe... Una Zoe que no quiere mostrarse por miedo a la reacción de los demás... tienes miedo de que si cambias radicalmente te creen nuevos apodos o algo por el estilo, ¿cierto? Pues déjame decirte algo... yo te entiendo perfectamente, y sé que no habrán nuevos sobrenombres si vuelves a ser quien eres en realidad...
  —¿Qué? ¿D-De qué hablas?...
  —Hablo de que... a mí también me ponían apodos... porque era débil... yo dejaba que me hicieran esos apodos, ocultándome de todo y todos, ocultándome de mis problemas... pero después de un tiempo, me di cuenta de que todo eso me agrandaba los problemas, y decidí enfrentarlos... Encaré a todas las personas que me hicieron daño, y les dije que nunca más volverían a hacerme tanto daño, porque no me importaba lo que me dijeran, ya que esa era su opinión, los apodos no eran lo mismo que yo, todas las personas que me ponían apodos no me conocían lo suficiente, y cuando empecé a hablar más, a ser más sociable, poco a poco los apodos fueron disminuyendo, porque los que me apodaban, se dieron cuenta de que mi personalidad no era nada que ver con lo que ellos pensaban... Y así acabaron mis problemas... Y quizás así es como acabarán los tuyos...
  —¿Te ponían apodos también?...
  —Sí.
  —Vaya... Pero... sigo sin entender... ¿Por qué... te gusto?...
  —¿Sabes?... Ni siquiera yo lo sé...
  —...¿Qué?...
  —Desde la primera vez que te vi... no sé... fue como... agh, no sabría cómo explicártelo... Y... a medida que más hablaba contigo, más sabía que la Zoe que me contestaba mal no era igual a la verdadera Zoe, una Zoe con un gran corazón, que piensa en los demás... Hasta en mí te preocupaste... y por lo que sé, yo no te caigo muy bien que digamos...
  —Matthew...—dije antes de que terminara de hablar.
  —¿Sí?
  —... Eso úlimo que dijiste... yo lo cambiaría un poco...
  —... ¿Qué?...
  —Lo cambiaría por un «yo no te caía muy bien»...—dije haciendo énfasis en «caía»
  —¿Estás diciendo que...
  —Sí...—interrumpí sonriendo—Ya no me caes mal... De hecho... hoy te conocí mejor... mucho mejor... y me gusta esta versión de ti...
Con Matthew intercambiamos pequeñas sonrisas, pero ni uno de los dos hablaba.
Cuando me di cuenta de que lo que dije podría ser un pequeño mal entendido me apresuré en hablar.
  —Oh... esto... yo... digo... em... o sea, sí, yo...
  —Zoe...—interrumpió Matthew riendo—ya te entendí, no te preocupes, no importa.
  —Pero... es que... yo... es cierto, pero...
  —Zoe, tranquila, ya entiendo.
  —¡Es que no me dejas terminar! Yo... ¡Agh, no sé qué decir!
  —No digas nada...—dijo continuando con su tierna risa... Momento, ¿qué?
  —Esto... y-yo... De acuerdo...
  —... Tienes sueño, verdad?
  —U-Un poco...
  —Ve a acostarte. Además, no deberías estar acá... Será mejor que te cuides...
  —D-De acuerdo...—dije levantándome del taburete del que estaba sentada—...Pero... volveré mañana...—dije cuando toqué la manilla de la puerta, antes de salir y volver a mi habitación.

<><><><>

  A la mañana siguiente, desperté con un sentimiento extraño... Me siento más alegre de lo normal... mucho más alegre de lo normal... De hecho, hoy estoy feliz, y sé eso porque hace tiempo que no sentía eso... pero es como la felicidad que no siento hace años multiplicada en mil... no sé bien cómo explicarlo... tal vez sea porque descubrí que Ethan no estaba enojado conmigo, y porque me reconcilié con Jessica y... Matthew...
  Ahora que lo recuerdo... lo que pasó ayer fue algo... extraño...
  Digo... antes de que yo me fuera de su habitación le dije que me gustaba la versión que no conocía de él, el verdadero Matthew, pensé que lo podría mal interpretar, y luego dijo que entendía lo que quería decir en verdad, pero... no sé si lo que entendió él es lo mismo que lo que yo quería decir...
  Bueno, pero esta noche podré volver a hablarle... sólo que no sé si sea capaz de decirle eso...

Cárcel Sin RejasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora