9. Francia y Paris.

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— No tenía idea de que tenías auto. — dije un poco sorprendida frente al corolla color crema.

— Es de mi mamá. — quito la alarma del auto y me abrió la puerta del copiloto con una pequeña sonrisa en su rostro, esa sonrisa que me hacia poner la piel de gallina. Me subí y él me cerró la puerta para luego subirse al asiento del piloto.

— ¿Tienes 16? — pregunte confundida.

— Si.

— Entonces deberías estar en un grado superior...

— Tuve unos problemas. — dijo con un tono de voz que hacia entender que no quería hablar sobre eso. Puso el auto en marcha y le explique mi dirección.

Hicimos el viaje en completo silencio, él estaba completamente concentrado en la carretera y yo igual, o al menos eso quería que él creyera.

Realmente me pase todo el camino observándolo de reojo; su cabello era corto pero al frente se dejaba largo el flequillo, mas esta noche lo tenía hacia atrás y su rostro podía ser apreciado con más claridad, sus cejas eran gruesas y oscuras al igual que su cabello y sus ojos, sus pestañas eran extremadamente largas, y sus labios... Sus labios eran gruesos y no pude evitar pensar que se sentiría besarlo.

Sacudí con tanta fuerza mi cabeza para sacar esos pensamientos que mi largo cabello azoto a Paris en el rostro. Detuvo el auto y cuando observe ya habíamos llegado a mi casa.

— Menos mal que ya llegamos. — dijo entre risas, a lo que yo me hundí en mi asiento, avergonzada. — Tienes un lindo cabello. — voltee a verlo y mi corazón se acelero, repentinamente fui extremadamente consciente de que estaba a solas con un chico.

— Gracias. — inconscientemente acaricie mi cabello mientras sentía todo mi rostro acalorado. Paris solo me miraba tiernamente mientras que en sus labios había una pequeña sonrisita. — ¿Qué era lo que me querías preguntar? — sus manos viajaron hasta mi rostro, mi corazón latió tan fuerte que por un momento temí que él lo escuchara.

— Estas caliente. — dijo mientras tocaba mis mejillas y mi frente. — Deberías tomar algo cuando entres a casa. — mi corazón se detuvo y no pude evitar sentirme ridícula, fruncí el ceño y llena de enojo aparte sus manos de mi rostro.

— Gracias por traerme. — dije enojada e intente abrir la puerta para salir del auto, pero tenía seguro.

— Lo que te quería preguntar...— voltee a verlo, con el enojo aun ardiendo dentro de mí. Él no me observaba, solo veía la palma de sus manos mientras las abría y cerraba. Inconscientemente tome una de sus manos y el levanto su mirada, sorprendido, yo rápidamente aparte mi mano y baje mi mirada, avergonzada. — ¿Te gustaría salir conmigo? — puso un dedo en mi quijada y levanto mi rostro con suavidad, mi corazón estaba latiendo como loco y no podía apartar la mirada de sus ojos oscuros, me sentía embrujada. Abrí mi boca pero de ella no salió sonido alguno. — Como amigos, claro. — dijo apenado mientras que apartaba su dedo y su mirada de mi.

— Obvio. — reí nerviosamente y seque mis manos sudorosas en mi pantalón.

— Si, podríamos invitar a Leo y Ninoska. — ambos estábamos extrañamente nerviosos, y evitábamos completamente el contacto visual, el embrujo estaba roto y ahora solo quedaba una extraña incomodidad. — Bueno, nos vemos, Francia. — su sonrisa me puso los pelos de punta, pero ya estaba comenzando a gustarme esa sensación.

— Si. — le sonreí de vuelta. — Nos vemos. — salí del auto y antes de entrar a mi casa me voltee para verlo una vez más, se despidió con su mano y puso su auto en marcha. Entre a mi casa y me recosté de la puerta de entrada. Mis manos viajaron hasta mis mejillas donde solo minutos antes habían estado las manos de Paris, cerré los ojos y respire profundo.

Ya podía imaginarme como seria esa salida.

Imaginación de Francia.

Gato curioso: La princesa y el Hechicero necesitan un empujón. — dijo con una sonrisa traviesa en su boca gatuna.

León: Menos mal que estamos aquí. — ambos sonrieron cómplices y empujaron a la princesa y al Hechicero por un precipicio que no tenía fondo.

Fin.

En mi rostro apareció una sonrisa y negué con la cabeza divertida. Mientras me dirigía a mi habitación decidí que estaba lista para ser empujada por ese precipicio, siempre y cuando Paris estuviera a mi lado.



Baia baia, hay algo entre Paris y Francia eh 7u7
¡Espero les haya gustado el cap tanto como a mí!♥

¡Gracias por leer!


¿En serio te llamas Francia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora