Confieso que...

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Después de la conversación, con Anna, Elsa se dirigió al cuartel de soldados, para consultarle al coronel, ¿Que hacer?, pues al llegar allá le pregunta

— Disculpe Coronel, emm... tengo un problema...—

— Si, pues cual? no me diga que Hans esta recuperando la memoria— Contesto

— No, no ni siquiera lo piense, solo que ...—

— Si?

— Es que, pronto sera la boda de Anna y... necesito que Hans no este o no sea reconocido en la fiesta— Nerviosa

—Vaya, es cierto...— Se toma unos segundos para pensar. —¿Que tal si lo hago ir a unos entrenamientos? Así mantendremos alejado a Hans por lo menos dos semanas—

—Que buena idea, Espere... ¿dos semana? No podemos tenerlo lejos por tanto tiempo- prosiguió

—Si, lo se pero es una arena privada solo van personas muy ignorantes y que ya no les importa nada en su vida- eso dijo el coronel creyendo qué a eso se refería Elsa pero la verdad ha eso no se refería, Elsa no quería estar tan lejos de Hans , ¿Porque se acostumbro a él o hay nuevos sentimientos?

Elsa solo acepto y miro el cielo calculo que ya seria la hora de la merienda, así que se dirigió al comedor, allí una vez más la esperaban Anna y Kristoff para comer, se sentó y comento —Ya falta muy poco, para su boda ¿Ya pensaron a quien invitar?—

—Amm... pues si invitaremos a la familia Corona, Marqués, Roble, Harén... y no se si quieres invitar a la Familia del Las Islas del Sur—

—¿Tu quieres..? antes que respondas dejarme decirte, que ya solucione el tema de Hans, lo enviare a un entrenamiento para soldados, serán dos semanas-

— Oh vaya Elsa que astuta eres, pues en ese caso si invitaremos a los familiares de Hans—

Después de la conversación cada uno tomo su camino Anna y Kristoff fueron a invitar al la familia de trolls a la boda y Elsa sintió la necesidad de visitar a Hans así que se dirigió a su habitación, al llegar, allí estaba el cuerpo adormilado de el príncipe que una vez le quiso arrebatar su corona, ahora estaba indefensos pero sin memoria, era como si no tuviera la culpa de nada, como si lo que hizo lo hizo sin querer, y ya esta olvidado y perdonado todo, Elsa se acercó a la cama y le saco un mechón de pelo de la cara, sintió que era hora de irse de allí, se levanto a la cama, pero algo la detuvo, ¡ERA LA MANO DE HANS!

— ¿Majestad? puede quedarse un momento más—

— Oh Hans ¿Estabas despierto? vaya emm...— Nerviosa, se sonroja levemente.

— Por favor majestad— dijo Hans siguiendo lo que dijo anteriormente

—Emm...— Elsa se fijo en esos ojós verdes antes enemigos, ahora amigos —Esta bien...— decidió

—Majestad puedo hacerle una pregunta — dijo el pelirrojo

—Emm... claro ¿que pasa?—

— ¿Si usted formara parte de mi pasado, y lo supiera, me lo diría?—

Ante tal pregunta Elsa se puso un poco nerviosa, pero no lo suficiente para provocar nieve. —Emm... claro Hans, es obvio ¿Por que lo preguntas?—

—Bueno verá es que últimamente he estado recordando algunas cosas, hace poco salio claramente la figura de mi madre, y de mi padre—dijo

—¿Y?—dijo Elsa

— Bueno y ahora hay una voz en mi cabeza, parecida al tono de su voz, me decía o le decía a una mujer "acabas de conocerlo, no puedes casarte con él" esa voz se refería a mi o a una chica, que estaba junto a mí, ¿comprende?—

—¡Que extraños sucesos! - Elsa aclaro la garganta y dijo - Bueno cambiando de tema, Hans ahora que veo que estas mejor te enviare a un entrenamiento, dos semanas...—

Hans asintió con la cabeza y Elsa se sentó en un pequeño banco que había al lado de la cama hablaron durante horas, pero Elsa comenzó ha quedarse dormida lentamente hasta que el pelirrojo la tomo y la llevó a su recámara, para dormir, miro esa hermosa piel blanca, suspiro y dijo —Si, yo fuera un principe, tu serias mi princesa— confeso, lamentablemente para él, Elsa estaba despierta pero con los ojos cerrados, cuando el principe salio de la habitación, abrió los ojos y se pregunto, ¿sentiré lo mismo?

Un recuerdo lo cambia todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora