En la noche ya todos acostados Elsa dormía plácidamente pero de pronto despertó, se sintió a si misma y estaba mucho más helada de lo normal, la cama estaba mojada o al menos ella estaba mojada no entendía porque, decidió levantarse para lavarse, pensaba que era de mañana, miro por los pasillos... ni un alma solo se escuchaba el tintineo del reloj. Volvió a entrar a su aposento, se miro en el espejo de la cómoda y se miro estaba totalmente despeinada y su pijama dado vuelta, trato de arreglarse un poco, era una tontería claro esta pero era muy preocupada de su aspecto.
Quiso mirar por la ventana, se acerco y abrió la cortina, la luz de la luna entraba por allí, así ella se poso en el pequeño banco que solía siempre estar en su habitación le dio mucha nostalgia recordar aquellos momentos en que la pasaba sola en su habitación solo a la compañía de sus libros y poderes, pensar que todos esos años perdidos ahora no son nada, solo unos muy malos recuerdo que quisieran ser olvidados. Elsa ni siquiera se dio cuenta cuando sintió una pequeña lágrima caer por su mejilla sonrojada solo se la limpio y se retiro del banco se dirigió a la cama y allí se volvió a acostar, trataba de quedarse dormida pero no podía, algo agobiaba su sueño, recordó el viejo truco que le enseño su padre, el rey Adgar pensar en todo lo que haría al otro día
»A ver mañana tomare desayuno, luego atenderé mis cartas y asuntos reales, me quedara el tiempo perfecto para almorzar, luego de eso me encargare de que Kristoff este presente en la conversación... eso es mañana es el día en que le contaremos la verdad a Hans ¿que haré? ¿y si no me comprende? ¿como reaccionara?«
Elsa pensaba seguramente que eso era lo que no la dejaba dormir, efectivamente acertó y logro calmar su sueño, para al fin quedar en un sueño profundo. Al otro dia o mejor dicho algunas horas después, Anna entra a la habitación de Elsa, quería despertarla pronto estaba ansiosa.
—¿Elsa estas despierta?— dijo un poco insegura —¡Elsa!—
—Anna sigo dormida— contestó
—Ya no vengas con eso, ya levantate que hoy es el día—
—Claro, si ja— dijo Elsa haciendo una risa sin ilusión
—Ya yo te espero, para tomar desayuno— dijo Anna retirándose del lugar
Elsa se levanto y se vistió, se lavo la cara, el pelo pero más que nada las manos, el doctor le advirtió que se lavara las manos lo mas seguido que puede ser posible ya que puede haber una posibilidad de contagiarse de la fiebre escarlatina. Iba saliendo de la habitación y en cuanto abre la puerta Hans la asusta
—Buu!!— dijo Hans extrañado al ver que Elsa no se asustó —¿Por que no te asustaste?— preguntó
—Eso ya no me hace efecto, me han asustado tantas veces con lo mismo que ya no funciona—
—Oh okay?— dijo levantando el brazo y rascándose la cabeza
—Pero que! ven para acá!!— dijo Elsa dándole un fugaz besó haciendo que Hans se lo devolviera de la misma manera, ella los aprovecho al máximo ya que podrían ser los últimos
—¿Anna me dijo que iban a hablar conmigo hoy en la tarde?—
—Enserio?, pues claro amor queremos hablar de algo muy importante contigo hoy—
—¿Un adelanto?—
—Nop, es una sorpresa y tendrás que esperar— dijo riendo
—Okay, bien vamos a tomar desayuno?—
—Claro amor—
Elsa junto a Hans se dirigieron al comedor ya estaba servido, Olaf jugaba con la cuchara tirando té al aire y Anna hacia pucherito y daba vueltas la cuchara en la taza, una y otra vez ignorando lo que hacia Olaf completamente.
—Anna ¿Que te pasa?—
—Extraño a Kristoff— contestó con mucha pena
—Oww, tranquila si vendrá te lo prometo ¿okay?—
—Esta bien—
Después conversaron de cualquier cosa, Anna se retiro a darle una mirada a Paula y Elsa le dijo a Hans que tomara un trineo para que fueran junto a Kristoff. Ya llegando al lugar Hans le hecho una mirada rápida, era un pequeño lago congelado con unos pequeños montículos de nieve alrededor, en el centro se veían los cortadores de hielo, quienes muy cansados trabajaban sin parar, al dominio estaba Kristoff, ya que es el jefe, también se veía muy cansado. Elsa lo llamó
—¡¡Kristoff!!— grito Elsa haciendo que todos fijen su vista en ella
—Oh!! Elsa eres tú ¿que pasa? ¿le ocurrió algo a Anna?— dijo acercándose muy preocupado
—Oh... no tranquilo Anna esta... bien am... muy bien jah—
—¿Okay?— dijo extrañado —Bueno ¿entonces que?—
—Oh bueno vengo a decirte que si puedes tomarte el día libre—
—¿El día libre? ¿por que?— pregunto sorprendido
—Si, es solo por hoy—
—Pero Elsa ¿Sabes cuántos litros de hielo hay que entregar esta semana?... nueve mil litros de hielo!!— dijo apuntando a los hombres —y hoy es Viernes, hay que entregarlos el Lunes y llevamos recién cuatro mil litros—
—Uy!! esta bien, esta bien!! si vas hoy a casa yo haré lo que les falte ¿okay?— dijo pero Kristoff la seguía mirando como si quisiera que le agregara otra cosa más, claro ella si sabia a lo que se refería, suspiro y dijo —Y haré los litros de la próxima semana, para que ellos— dijo apuntando a los cortadores — estén con sus familias... igual que tu—
—A eso me refería— respondió y luego abrazo a Elsa tan fuerte que la llegaba a lastimar
—Kristoff— dijo con su ultimo aliento
—¿Que pasa?— respondió sin soltarla
—Me lastimas— dijo haciendo que Kristoff la soltara de inmediato
—Upss... lo siento—
—No importa, bueno ya vámonos—
Luego se fueron al castillo, pero antes Kristoff ordeno a los cortadores que se fueran a casa, que ya no había trabajo, ellos felices volvieron a sus casas junto a sus familias.
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Un recuerdo lo cambia todo.
RomanceTodo comienza cuando Hans décimo tercer príncipe de Las Islas del sur sufre un terrible accidente que lo hace perder la memoria, de alguna manera llega a reencontrarse con Elsa Reina de Arendelle ¿Como sera Hans sin memoria? ¿Que hará Elsa al respec...