Enemigos despiadados

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Anna y Kristoff ya habrían llegado a la aldea, el abuelo Paggie y su familia estaban ahí junto con Olaf

—Anna!! Sven!! Kristoff!!— grito Olaf al verlos llegar con su felicidad característica

—Olaf ¿como estas?— Pregunto Anna

—Bien Anna ¿y tu?—

—Bien gracias—

—Anna, el abuelo Paggie quiere decirte algo, dice que es importante— dijo Kristoff serio

—A si que es?— preguntó

El abuelo Paggie se acerco a Anna, ella le paso sus manos y él dijo —Anna, tengo una mala noticia para ti y para el reino entero— dijo el troll

—Espera... ¿que?— Preocupada

—En el reinó, alguien les quiere hacer daño—

—¿Qué? ¿Quien?—

—No lo se, pero no es un príncipe, debes cuidar a tu hermana Elsa, le quieren hacer daño y su plan ya a comenzado— dijo el abuelo lo mas tranquilo que pudo —Dime Anna... ¿Como se ha sentido Elsa últimamente?— prosiguió

—Pues Elsa...emm se ha sentido algo mal últimamente... hoy como que se ve un poco mejor—

—Eso, influye desde hoy no la pierdas de vista por nada—

—Esta bien... gracias— Un poco asustada

El abuelo Paggie se fue a dormir y Anna junto con Kristoff estuvieron todo el día con los trolls, luego de eso se despidieron junto con Olaf, él estaba tan cansado que se fue durmiendo en el camino.

—Adios!— gritaron los trolls cuando Anna y Kristoff se alejaban

(...)

—Y dime Anna...¿Que te dijo el abuelo Paggie?— pregunto Kristoff

Anna suspiro... —Me dijo que alguien le quiere hacer daño a Elsa—

—¿Que? ¿Quien?— dijo preocupado

—A pues no se, solo me dijo que no era un principe esta vez—

—No, vayas a creer que...—

—¡Oh! por supuesto que no, amor tu eres mi esposo tu no le harías daño a nadie ¿O si?— dijo Anna

—Emm... tal vez si, tal vez no—

—¿Como es eso?—

—Que por mi no dañaría a nadie, pero a alguien que quiere hacerles daño si—

—Ah bueno— dijo Anna apoyándose en el hombro de su esposo quedándose dormida

Kristoff, se dio cuenta que algo andaba mal, mientras avanzaban en el trineo algo estaba irregular, el camino en el que recorrían era virgen, es decir, solo lo conocía Kristoff, pero esta ves estaba lleno de huellas, no de animales, de personas.

—Sven alto!— dijo Kristoff

Al mirar alrededor no sintió nada mas que un buen golpe en la cabeza, cayó inconsciente al suelo y antes de cerrar los ojos para quedar inconsciente totalmente escucho los gritos que lo llamaban: “Kristoff, Kristoff” y vio que Anna también cayo al suelo inconsciente.

Un recuerdo lo cambia todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora