Un recuerdo lo cambia todo.

La pregunta

Hans al salir de el vestíbulo, se dirigió a su habitación y cerró la puerta muy fuerte tanto así que alarmó a Damian, quien fue a preguntarle que ocurrió, claro que Hans lo ignoro dijo que se fuera a otra parte, luego de eso comenzó a pensar un poco... muchas dudas aparecían pero la que mas era su mente fue ¿Por qué Elsa jamas le dijo la verdad? ¿Y por qué tenia que esperar hasta ahora para contarle?... claro que no duro mucho, porque los recuerdos comenzaban a llegar como bombas, sus recuerdos se completaba, los momentos mas importantes de su vida también, completamente todo por fin lo recordó, pero el dolor de cabeza lo hizo perder su parecer y al recuperarlo se dio cuenta que había botado todo al suelo, jarros, espejos, floreros, etc...

»Yo fui alguien malo...*suspiro corto y fuerte*... No puede ser...¿Que haré?... Soy lo que mas odio... un patán, cara de rata, sinvergüenza y orgulloso... soy un monstruo... jamas me lo perdonaré«

Sin darse cuenta sintió caer una lágrima, en su mejilla se la limpio de inmediato, era tan orgulloso que no es capaz ni de llorar cuando lo miran.

Estuvo todo el día en su habitación y solo salio para buscar cosas de limpieza.

Mientras tanto Elsa lloraba desconsoladamente al lado de Anna, quien le pasaba pañuelos y le prestaba su compañía

—Anna... yo pensaba que lo entendería— decía Elsa llorando en el hombro de ella

—Tranquila Elsa... no te preocupes estarás bien— dijo Anna tratando de consolarla

—Pero... yo... estoy enamorada de él... yo lo amo... con todo mi corazón— Contesto Elsa quien seguía llorando

—Sabes Elsa?!— dijo Anna muy alto —Tu... no deberías sufrir así... no de esta manera... esa rata nos hizo dañó y ahora te esta haciendo daño a ti— prosiguió Anna enojada

—Pero Anna... yo lo a...— Dijo Elsa pero Anna la interrumpió

—No es verdad!! uy!!— dijo frunciendo el ceño —Tu no lo amas... solo estas confundida... cuando él perdió la memoria... no era consciente de sus actos, era completamente indefenso, en cambio ahora no!— dijo Anna

—Pero... ¿Qué pasa si él cambió? y ahora es una persona benevola?—dijo Elsa llorando menos que antes

—No lo se, pero solo te diré dos cosas Elsa, no creo que haya cambiado y tu tienes un corazón de hielo, nadie te lo puede quebrar tan fácil ¿comprendes?—

—Ay hermana...— dijo Elsa y las dos se abrazaron —Gracias por apoyarme— susurró Elsa a Anna

—Te adoro— dijo Anna soltando a Elsa

—Bueno sera mejor, que vayas a buscar a Kristoff... tienes que aprovecharlo— dijo Elsa

—Oh verdad... voy!— dijo Anna pero antes de salir del vestíbulo miro a Elsa y le dijo —No quiero verte llorar—

Elsa río y dijo —Ya vete...—

Ella estuvo dos horas en el vestíbulo leyendo y sumida en sus pensamientos, hasta que alguien la interrumpe, tocan la puerta...

—Majestad disculpeme... pero es hora la cena—

—Oh claro... bajaré de inmediato—

Elsa bajo al comedor y solo había un lugar puesto.

—Anais!! — llama Elsa

—Si majestad ¿que ocurre?—

—¿Donde están todos?— pregunto muy tranquila

—Bueno, La princesa Anna y el principe Kristoff no han vuelto aún...—

—¿Y Hans?—

—Bueno el príncipe Hans, dice no tener hambre y que no saldrá—

—Gracias... ¿y Albert?—

—Bueno el principe Albert...—Estaba respondiendo cuando fue interrumpida

—Aquí estoy!!—

Elsa miro y era Albert, de verdad no lo echaba de menos, pero era su invitado y era oportuno así ella no cenaria sola. Estuvieron horas conversando de cosas e intereses comunes y luego decidieron dar un paseo por el muelle

—Así que ¿donde estuviste todo estos días en que no te vimos?— Pregunto Elsa mientras caminaban hasta el muelle

—Bueno, emm... estaba buscando cual va ser mi siguiente destino, tal vez viaje a Corona... no le se aún—

—Y que más? Albert no creo que estos días solo hayas hecho eso—

—Ah no claro que no... bueno me dedique a conocer Arendelle— contestó

—Y que tal?— pregunto Elsa

—Bueno... la encontré hermosa, igual que la reina—

Elsa rió y le dio un leve golpe a Albert en el codo —Albert, ¿te puedo hacer un pregunta?— dijo

—Acabas de hacerme una— contestó

—Bueno entonces ¿puedo hacerte dos preguntas?— preguntó Elsa

—Me acabas de hacerme una pregunta mas allí están las dos—

—Uy... esta bien me vas dejar preguntarte si o no?— dijo por último Elsa

—Bueno, pero no te enojes, solo quería ver tu sonrisa— contesto encogiéndose de hombros —¿Bueno cual es tu pregunta?—

Elsa suspiró miro a Albert y dijo —¿Tú me amas ?—

Albert al escuchar esa pregunta se puso nervioso —Emm... bueno... yo...— decía tartamudeando y rascándose la cabeza —Yo... no lo se—

—¿Como que no sabes?— preguntó

—Bueno... es que simplemente no lo se..— contestó

—Pero... entonces ¿porqué...—

—¿Te bese?— dijo Albert terminando la frase de Elsa

—Si ¿por qué?— pregunto curiosa

—Porque si ¿okay? ¿y sabes que mas Elsa? me voy al castillo!! estoy cansado la pase muy bien—

—Albert... no te enojes solo preguntaba—

—Si entonces se acabo el cuestionario adiós— respondió enojado y dirigiéndose al castillo

—Adiós!!— dijo Elsa enojada y congelando su alrededor

Elsa se quedo en el muelle unas horas ya estaba oscureciendo y se fue al llegar quiso ir a su habitación pero la detuvieron, le tomaron el brazo

—Elsa espera...— dijo

—Que quie...?— Dijo Elsa enojada pensando que era Albert, pero cuando miro se dio cuenta que era Hans —¿Hans? pensé que...—

—Si tienes razón... pero no es por eso, tengo que decirte algo importante—

—Claro ¿que ocurre?— preguntó

—Bueno, igual te lo agradezco un poco por contarme sobre mí lo que no recordaba, y quería pedirte disculpas—

Elsa se quedo en silencio, preguntándose dentro de ella ¿Por qué pedirle disculpas a ella, siendo que siempre le oculto la verdad? Miró al pelirrojo a los ojos, esperando la respuesta a la pregunta mental que se acaba de hacer.

—Por mis actos antes ocurridos en Arendelle... hice mucho daño y... lo reconozco... solo quisiera...— hizo una pausa

—¿Si?—

—Que no hubiera rencores—

—Oh!— Se le asoma un sonrisa a Elsa —Esta todo perdonado—

—¿Sin resentimientos?— pregunto Hans

—Sin resentimientos— Contestó

Los dos siguieron su camino, pero solo Hans miro hacia atrás Elsa quería pero no se atrevió. Ella se fue a acostar, habrá dormido un par de pocas horas y despertó pero porque sintió un ruido a través de su ventana.