4° SÁBADO.

391 34 15
                                    


-Así que hoy fuiste más tarde como de costumbre. –Dijo Nari en el teléfono.

-No sé, es que me han dado ganas de verlo.

-No te entiendo, creí que te había caído mal.

-Ni siquiera sé qué pienso de él. Sólo que es bastante atractivo y... a... acaba de pasar por el otro pasillo. Te hablo más tarde. –Dije entrando en pánico.

Parece que va hacia el área de herramientas. Cómo... No lo sigas Haru. Sólo no lo sigas.

Cuando menos lo esperaba ya estaba entrando al mismo pasillo que él.

-Oh, hey. –Dije sin pena. Luego la vergüenza se apoderó de mí. ¿Qué? ¿Lo conoces de toda la vida Haru?

-Ah. ¿Hoy si saludas? –Dijo tocando unas llantas.

-¿Mm?

-¿Cómo está eso de venir a hacer las compras más temprano?

-Es que... (Comencé a morder mi pulgar) no podría venir más tarde.

-Mientes, no querías venir a hacer las compras conmigo. –Entrecerró sus ojos.

Me sonrojé, ¿por qué habla con ésta confianza? ¿POR QUÉ ES TAN ATRACTIVO LOS SÁBADOS?

-No miento.

-Sólo bromeo.

-Además, al ir por la entrada... no saludaste. –Dije tan estúpida que luego me apenó mi actitud.

-Aaah, ¿sentida? –Se sonrió cargando una llanta para ponerla en su carrito.

-¿De qué hablas?

-M. Sólo decía. –Se sonríe. -¿Y qué necesitas tú de acá? Ah, ya veo... Quizá tú viniste hasta acá sólo para hablarme. –Rió.

-¿Por qué estás tan seguro? Vine por... una llanta. –Dije asintiendo sin detenerme. Luego me di cuenta de que parecía uno de esos juguetes de cabeza de globo que se agitan y no se detienen.

-¿Qué marca? –Preguntó atento.

-Es... ya sabes, ésta que empieza con la letra... K. –Apreté los dientes.

-¡Ah! Kowato...

-¡Sí! –Dije aliviada. Bingo, le atiné. –Pensé.

-Jajaja.

-¿De qué te ríes?

-Esa es una marca de ramen. –Se cubrió la sonrisa.

-Ay no puede ser. –Pensé apenada. Me di la media vuelta y comencé a alejarme.

-¡Hey! Oh, vamos... -Dijo desde su lugar.


De compras con él | Junhui Donde viven las historias. Descúbrelo ahora