«Narrador omnisciente»
Al despertar pudo percatarse de que las paredes blancas eran sus únicas compañeras en esa fría y pequeña habitación. No sabía donde estaba, eso no se parecía en nada a un hospital común al que uno va cuando se lástima.
Bajó la mirada hasta su abdomen, donde una bata de lo que parecía ser del recinto cubría lo que deseaba ver.
Pasó sus finos y pequeños dedos por esa zona, sintiendo algo abultado y rápidamente a su mente vino el recuerdo de lo que sucedió antes de caer desmayado.
Recordó el dolor que sintió al clavarse aquel cuchillo con tal de dejar de oír las voces que lo atormentaron, que lo incitaron a matar a su mejor amigo.
—Despertaste —murmuró alguien desde una orilla, por un momento Ji Min creyó que se trataba de Yoon Gi, pero al dirigir su vista a esa persona pudo darse cuenta de a quien tenía frente a sus ojos no era Yoon.
—Tae Hyung —sus ojos se cristalizaron al observarlo, de pensar que por un momento intentó hacerle daño. No quería verlo a los ojos, se sentía tan mal consigo mismo.
—¿Te sientes bien?
Ji Min prefirió guardar silencio, lo que Tae Hyung supuso que era un no. Aspiró aire y trató de continuar hablando.
—Tenía miedo al verte inconsciente con una herida en el abdomen...
—¿Dónde estoy? —interrumpió el mayor.
Ahora Tae Hyung permaneció en silencio, debatiéndose entre si debía contestar a la pregunta de su mayor o intentar cambiar de tema, pero al observar como esos pequeños ojos lo vieron por primera vez en ese corto tiempo creyó que sería lo mejor decir la verdad.
—Estás en un hospital psiquiátrico.
—¿Psiquiátrico? —sintió temor al oír esas palabras.
¿Por qué estaba en un hospital psiquiátrico? ¿Sólo porque se hizo daño? No entendía nada, quien debería estar en ese hospital debía ser Yoon Gi, no él.
—¿Y Yoon Gi? ¿É-Él también está aquí? —tal vez lo que Ji hizo fue demasiado grave que preocupó a su madre y lo metió en un hospital psiquiátrico, pero suponía que también Yoon Gi debía estar allí o al menos en la cárcel por todo lo que intentó hacer.
Nuevamente Tae Hyung permaneció en silencio, él no era la persona adecuada para decir lo que se avecinaba, eso era trabajo del doctor según lo pensó.
Ji Min notó como su menor se negaba a contestar, por lo que volvió a preguntar levantando la voz, exigía a gritos saber que sucedió con Yoon Gi, porque a pesar del miedo que le causó en su cumpleaños, aun lo amaba y tenía miedo de que algo malo le sucediera.
—Ji Min... —tomó la mano del más bajo mientras intentaba ocultar su rostro con el cabello, no quería verlo en cuanto dejará escapar la bomba —Él no existe, jamás existió.
Min soltó la mano de Tae con rapidez.
«¿Qué no existe? ¿Acaso estaba jugando conmigo? Yo sé que es real, ¡él es real!» pensó Ji Min.
—Ji Min, tú estás aquí por... Esquizofrenia —finalizó Tae Hyung.
끝