Caminé lo más rápido posible que mis piernas me permitieron para llegar a la casa de Tae Hyung, no iba a mentir, realmente estaba deseoso de poder escuchar a todo detalle el chisme nuevo que me tenía.
Al tocar el timbre de la casa no pasó ni un segundo cuando unos largos dedos tomaron el cuello de mi abrigo y me hicieron entrar de manera precipitada a la casa.
Era él.
-¿Qué fue eso? -lo miré molesto y con el corazón latiendo fuerte por el susto, creí que iba a morir.
-No puedo perder un segundo más. Necesito consejos, el estúpido de Nam Joon hyung no supo decirme algo coherente y con sentido ya que estaba más entretenido comiéndose la boca de Jin hyung -sus manos sujetaron con fuerza de su cabello mientras caminaba de un lado a otro con histeria.
Por un momento creí que estaba hablando con un demente, ya que de pilón bajé mi mirada y pude percatarme que no se había quitado los zapatos de exterior.
-Tus zapatos -apunté a ellos y él volteó a verme.
-¡A la mierda los zapatos! -volvió a tomar el cuello de mi abrigo y me obligó a subir de las escalaras sin antes dejarme quitar los zapatos.
Sólo rogaba porque su madre no estuviera en casa, me sentiría bastante avergonzado al saber que por mi culpa su impecable hogar estaría llenó polvo y demás a causa de mis sucios zapatos.
-Ese imbécil engreído -murmuró Tae Hyung una vez ambos nos encontramos sentados en la orilla de su cama.
En ese momento aproveché para quitarme los zapatos y dejarlos a un lado mientras miraba fijamente a Tae, esperaba que siguiera con todo lo que tenía que liberar.
-¿Sabes qué fue lo que dijo? -volteó a verme y antes de contestar él se apresuró a hablar -"Deberías ser más maduro, Tae" -intentó imitar su voz - ¿quién se cree ese imbécil que es? ¡¿Mi novio?!
-Es tu novio.
-Cierra la boca -gruñó para continuar hablando -. Realmente deseo matar a ese mocoso. Hoy intenté romper toda relación con él, pero se puso a llorar diciendo que era un desconsiderado que sólo pensaba en mí y en satisfacer las necesidades de mi pene cuando se ponía erecto. ¡¿Y sabes qué hizo?! ¡Como loco comenzó a frotar su mano sobre la tela de mi pantalón!
Conocía mejor que nadie a Tae Hyung, por lo que supuse que aceptó tener sexo con su pareja y podía jurar que después de eso volvieron a discutir.
-¿Por qué aceptaste tener sexo con él si querías romper toda relación? -apoyé ambas manos bajo mi mentón para seguir escuchando con más atención sus palabras.
-Porque ese imbécil de Jung Kook es un Dios en la cama, no iba a desaprovechar tener sexo con él -rodó los ojos por lo que supuse que mi pregunta fue estúpida.
-¿Has intentado decirle que sólo deberían verse para tener sexo y listo? -sabía que eso estaba mal, pero ninguno cedía por tener una mejor relación, lo único que los unía era mantenerse bajo las sabanas.
Rápidamente se levantó de la cama y de la nada comenzó a deshacerse de su abrigo y camisa, por acto de reflejo tapé mis ojos con ambas manos mientras desviaba la mirada.
-¿Qué mierda haces? -mi voz se pudo oír temblorosa, pero ahora temía por mi corta vida.
-Abre los ojos, Ji Min -tardé un poco en ceder, pero lentamente alejé mis manos de mis ojos y abrí de ambos.
Mi boca se abrió tanto que podía jurar que mi mandíbula se partió, Tae Hyung tenía horribles rasguños y heridas alrededor de su abdomen. Sabía que no era algo normal en él y el sexo, ya que él odiaba que le dejarán rasguños o cualquier herida en su morena piel.
-Esto sucedió después de tener sexo. Le dije que sólo debíamos tener sexo y hacer nuestras vidas separadas, pero el muy imbécil se hizo el ofendido y comenzó a atacarme.
No podía creer que Jung Kook era capaz de hacer eso, estaba al tanto de que lo único que sucedía eran palabras altisonantes, unos cuantos golpes al pecho de Tae Hyung y de la nada besos hasta llegar a tener sexo, pero de ahí a herir a Tae era algo completamente diferente.
-De acuerdo, me he quedado sin consejos por darte... Lo siento, Tae Hyung.
Él permaneció en silencio mientras su mirada estaba clavada en el suelo.
Pocas veces lo había visto así de serio, por lo general era un chico bastante energético, gracioso y de vez en cuando travieso, pero siempre que hablábamos de sus problemas con Jung Kook todo era diferente.
Poco a poco comenzó a colocarse la camisa que tenía minutos antes y dejó caer su cuerpo a su cama. Dejó escapar un pequeño suspiro y volvió a tomar la palabra:
-No importa. Pero bueno, cuéntame, ¿qué tal vas con Yoon Gi? -rápidamente se sentó sobre la cama para dirigirme esa sonrisa cuadrada característica de él.
Y aunque su actitud cambiaba al hablar de Jung Kook, volvía a la normalidad al hablarle de Yoon Gi, él era el único que estaba al tanto de lo perdidamente enamorado que estaba de Yoon.
-Fantástico -no pude evitar sonreír y de sólo pensar en él otra vez las mariposas amenazaban con revolotear en mi estómago.
-¿Cuándo lo conoceré?
Eso era lo malo, nadie lo conocía, apenas se daban una idea de cómo era, ya que siempre que hablaba de él describía su físico. Quizás yo era una de las personas que más emoción le daba de presentarlo a mis amigos y familia, pero Yoon Gi en el momento que intenté hacer que conociera a Tae Hyung me comentó sobre una fobia que tenía, lo que le impedía conocer personas.
-No lo sé -dejé escapar un suspiro -. Dijo que comenzaría a ir con un psicólogo lo más pronto posible.
-Es increíble saber que un antropofóbico puede hablar contigo, una persona -se cruzó de brazos con esa típica sonrisa cuadrada.
-Ya te lo dije, él piensa que soy... Especial.
계속
Claudisela.