-Porque es una persona amable y merece respeto, Marcus-dije suspirando cansada, tomé asiento frente a su escritorio sin su permiso.
-Llegas 35 minutos tarde- dijo consultando su reloj.
-Fue culpa de George- dije rápidamente con una sonrisa angelical.
-Bien, lo despediré hoy mismo- dijo como si nada consultando su Mac.
¿Despedirlo? ¿Por mi culpa?
-¿Qué? No, no,no, no lo despidas-dije rápidamente, Marcus me miró con una ceja alzada.
-¿Por qué no debería?- preguntó serio como siempre.
-Porque tu prometida te lo pide con mucho mucho cariño (?- dije dudando de mis propias palabras. Marcus sonrió, una sonrisa que escondía algo.
-Bueno, si mi prometida me lo pidieron con mucho CARIÑO, ella vendría aquí y me daría un beso como regalo- dijo sonriendo de lado, yo me quedé sorprendía por sus palabras, pero no me moví- A menos que quieras que lo despida- dijo caminando hacía a mi.
Joder. Me he metido en un lío. ¿Yo quería besarlo? No... Bueno, tal vez, ¿quería que despidieran a George por mi culpa? Estaba segura que no.
-¿No prefieres otro regalo?- dije con una falsa sonrisa.
-No, un beso o nada- dijo sonriendo, cada que sonreía se miraba mucho más sexy, y si ya lo es, ¿se imaginan cuanto más?
Yo había nacido en como llaman "una cuna de oro",jamás me ha faltado nada, pero sabía perfectamente que George tenía un trabajo porque lo necesitaba, y jamás permitiría que Marcus lo despidiera, cargaría con eso en mi conciencia siempre.
Me acerqué a Marcus, mis tacones sonaban en el piso de mármol de la oficina de Marcus, a paso lento me acerqué a él, tenía que hacerlo... Y deseaba hacerlo.El perfume de Marcus llegó hasta a mi, su sonrisa había desaparecido y una mirada de deseo apareció en sus hermosos ojos, miré sus labios, gruesos y un poco rosados naturalmente, él miraba los míos, justo a unos centímetros de su boca él tomó mi cintura y quitó la separación de nuestras bocas, fundiéndonos en un beso, lento y a la vez desesperado, de nuevo mi piel se sintió con calosfríos, sus labios se movían sobre los míos demandado posesividad, y eso me encantaba. Por falta de aire nos separamos unos centímetros y nos miramos a los ojos, yo, aún con mis tacones altos levanté mi cabeza para poder mirarlo.
-Mierda- dije entre suspiros sin poder evitarlo.
-Esa boquita- dijo Marcus reprimiéndome- Tendré que enseñarle- dijo para después morder mi labio inferior, un gemido salió de mi boca sin previo aviso, eso hizo que Marcus sonriera complacido.
Unos sonidos en la puerta hizo que me separara instantáneamente de Marcus pero él, más rápido, me tomó de la cintura pegándome a él.
-Adelante- dijo Marcus con su voz ronca.
La secretaria de la recepción entró a la oficina y miró la mano de Marcus en mi cintura y sonrió, eso me confundió, esperaba una mueca de desagrado pero su sonrisa parecía real.-Señor, los de la junta directiva lo esperan en la sala de conferencias- dije la secretaria con una sonrisa neutral, mirando a Marcus.
-Cancela, estoy con mi prometida- dijo como si nada Marcus.
-No, yo puedo irme a casa y hablaremos después- dije un poco incómoda, no quería hablar con él después de él beso, me ponía nerviosa.
-No. Tu te quedas.- dijo Marcus serio mirándome y luego a la secretaria- Y tu, cancela- la secretaria asintió y salió cerrando la puerta.
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El Contrato [PAUSADA]
RomanceElsa se ve en un problema cuando su padre le presenta a su futuro esposo multimillonario bajo un contrato al que se ve obligada a firmar. Sabe que su vida cambiará y los hipnotizantes ojos azules de Marcus se lo confirma.