Hoy era el día de la boda.
No había visto a Marcus desde la última vez en su oficina y eso me ponía un poco tranquila. En las dos semanas seguían viniendo organizadores de la boda para tener todo listo, no me dejaron ver el vestido que usaría pero la verdad es lo que menos me importa.
Desde que desperté un nudo se había alojado en mi estomago y desde ese momento no había desaparecido, sigue alojando mi estomago con perseverancia y mi corazón latía más fuerte de lo normal, mis manos temblorosas no dejaban de tocar mi cabello y Nani no dejaba de prepararme té.
-Aquí está, la quinta taza del día- dijo Nani colocando la taza frente al espejo donde estaba sentada.
-Gracias, Nani- dije mirando mi reflejo en el espejo. Traía puesta una bata de seda que me puse después de la ducha, mi rizos rojizos estaban amarrados sobre mi cabeza y me miré. Unas enormes orejas estaban presentes en mi cara.
-El maquillaje las borrará, tranquila- dijo Nani mirándome por el espejo.
No me preocupaban las ojeras, no me preocupaba el vestido ni nada de mi apariencia. Me preocupada este día, este día cambiaría mi vida para siempre y eso me asustaba como a nada.
Una vídeo llamada en mi tablet hizo que quitara mi vista de mi propio reflejo, una llamada por Skype de Sara. Puse la tablet recargada sobre mi espejo y vi a Sara, su cabello rubio estaba recogido en un gran moño como el mio y una sonrisa en su rostro.
-Holaaaaa, ¿cómo estás? ¿nerviosa, cierto? HOY ES TU DÍAAAAAA- dijo Sara con una enorme sonrisa.
-Sara, por favor, basta- dije mirándola seriamente.
-Ya llegaron- dijo Nani en la puerta y segundos después varias chicas comenzaron a entrar con maletines y cientos de cosas.
-Geniaaal, han llegado, ¡hey! ¡Ustedes! Yo estaré aquí supervisando todo, así que quiero ser tomada en cuenta- la voz de Sara en la tablet se escuchaba baja pero bien como para que los maquillistas volteran a la tablet confundidos.
Después de que todos se presentaran y yo segundos después olvidara sus nombres, comenzaron a hacer su trabajo, yo era como una muñeca inmovil frente a sus inquietas manos por mi cara y cabello, Sara gritaba ordenes y ellos las aceptaban, no presté atención en las 5 horas siguientes.
Sentí unos pequeños toquesitos en mi hombro.
-Hemos terminado con su maquillaje y peinado, señorita- dijo una joven con una sonrisa
-¡Has quedado preciosa!- dijo Sara desde la pantalla
Por primera vez vi realmente mi reflejo en el espejo. Mis ojos azules resaltaban como nunca, mi piel blanca se miraba tersa y brillante, mi cabello estaba en un semi-recogido y unos rizos a los lados de mi cabeza caían naturalmente. Un collar de diamantes brillaban en mi garganta junto con unos aretes largos a juego, recorrí el collar con la punta de mis dedos.
-El señor Gate quería que usara ese collar en particular- dijo una de las maquillistas-
-Es hermoso- dijo Sara tras la pantalla
-Falta el vestido, acompáñenos- me dijo una joven morena ofreciéndome la mano, la tomé y me levanté del asiento, mi piernas comenzaron a hormiguear de las horas sentada allí.
-¡No olviden llevarme, canallas!-gritó Sara, el único hombre que estaba en mi habitación se acercó y agarró la tablet siguiéndome con ella para que Sara pudiese ver.
Otra joven se acercó y cargaba una bolsa enorme para guardar trajes, otra chica la ayudó a ponerla sobre mi cama. La chica que me acompaña abrió el cierre y entre las 3 sacaron el vestido, enorme vestido.
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El Contrato [PAUSADA]
RomanceElsa se ve en un problema cuando su padre le presenta a su futuro esposo multimillonario bajo un contrato al que se ve obligada a firmar. Sabe que su vida cambiará y los hipnotizantes ojos azules de Marcus se lo confirma.