Capítulo X Desprecio.

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Creer o no creer es lo que no sale de mi mente. Con ella, desde que la conocí, de cierta forma me he desahogado.
Siempre que necesitaba distraer mi mente y escapar de las emociones provocadas por la presencia o el simple hecho de pensar en Amalia; recurrí a ella.

¿Es momento de buscar a otra? La opción más cercana es Mabel pero es algo peligroso por ser hermana de Óscar.

Y nadie me ha excitado como ella. Su cuerpo, su manía y su capacidad de seducir no la he encontrado en otra mujer. Raquel despierta mi lado más salvaje pero Amalia despierta mi lado más amable, cosa que no debería tener.

-Oye creí que no llegarías hoy.
-¿Por qué?.
-Quizás por alguna borachera y no estabas en casa.
-Si, me quede en casa de una amiga.
Se quedó en silencio.

Al terminar el entrenamiento con Luke tengo pensado ir a dormir a mi apartamento.

Me duche y estaba preparado para ir a la cama, pero un sentimiento extraño me invadió.
Era similar al que sentí cuándo bese a la fuerza a Amalia. ¿Por que siento esto? No he hecho nada malo.
"¡JA! como digas". Mi conciencia a veces puede llegar a ser insoportable, de hecho no creí tener una.
Al siempre hacer lo que quiero sin pensar en nadie creí perder esa voz en tú cabeza que te reprocha lo que haces bien y mal; pero no es así, muchas veces esta en silencio y ataca en el momento justo cuándo lo necesitas.

No podía dormir.

Daba vueltas y vueltas pero no lograba conciliar el sueño, sentía que algo faltaba. No lograba entender que era pero decidí irme de aquí y buscar otro lugar.

¿Iré a sus brazos otra vez?. No lo creo. Quiero caminar sin rumbo pero no iré a la tierra ya que no quiero encontrarme con Amalia. En la cafetería de Mike está una figura femenina hermosa al lado de una ventana.
Me senté junto a ella, al verla de frente la reconocí, es Mabel.

-¿Qué haces por aquí?.
-Solo quería un café y me encontré contigo.
Ella agitaba su café con una pequeña cuchara y mantenía sus ojos fijos en la pequeña taza.

-¿Quieres hablar de algo o ir a otro lugar?.
-Solo si usted lo desea.
No me esperaba una invitación por parte de ella a ir a un lugar diferente.

Se levantó y yo la seguí hasta que llegamos a mi auto. Se subió y yo también.
Conduje sin sentido y sin dirección. Ella me pidió detenerme cerca de un bosque. ¿Como coñas llegue aqui?. Esto me pasa por dejarme guiar de una mujer extraña.

-Ven bajate.
No se si confiar en ella o no pero le seguí el juego. Ella abrió las puertas de atrás y me dijo que entrará.
-¿Qué quieres hacer?.
-¿No es obvio? Quiero tener sexo contigo en el auto.
-Wow que.
Vaya vaya al parecer esta niña salió algo caliente pero yo no estoy precisamente interesado en coger.

Llegué a la cafetería por una crisis existencial, no en busca de sexo y me encuentro con ella que esta con muchas ganas.

-Sabes, yo nunca digo que no pero hoy no tengo tantos deseos.
-¿No te parezco atractiva?.
-uff lo eres pero no tengo deseos.
Si me escuchará meses atrás no creería mis propias palabras, he rechazado tener sexo con Mabel que no negaré le he tenido ganas siempre que la veo. Pero hoy no.

Ella se mueve seductoramente hacía mí, mostrandome sus enormes pechos y con su minifalda que no deja nada a la imaginación.

Trato de resistir la tentación y le doy un par de nalgadas en el trasero. Ella me besa el cuello y lame mi oreja, eso provoca que mi amigo se levante. Maldición ¿Como haré para salir de esto?. Ella no me deja salida.

Le quité la blusa y el sostén, ella se quitó la falta y las bragas. Yo decidí quedarme vestido, al final será un polvo rápido.

La sujete del trasero y le bese los pechos, y resultaron ser como me los imaginaba. Su trasero es más grande que el de Raquel, y vaya que me excita.
Estoy sobre ella y busqué un condon, eso nunca puede faltar en mi auto.
Sin tanto rodeo se la metí, y comencé a moverme bruscamente hacia ella, estimulandola más y más.

Hasta que al fin dejo de gritar y soltó un largo suspiro.
-¿Satisfecha?.
-Eso fue más rápido de lo que esperaba.
-Lo sé, no tengo ganas hoy pero otro día si quieres puedo hacerte gemir hasta el amanecer.
Ella pareció estremecerse ante la idea de imaginárselo.
-Vístete, nos iremos inmediatamente.

Durante el viaje de regreso había un completo silencio, la deje en la cafetería y me fui a la tierra.

Necesitaba escapar un momento y solo rogaba no encontrarme con otra mujer que desea sexo.
Es invierno y la ciudad completa está cubierta de nieve,al pasar frente a una floreria, la recordé.

Compré un par de jazmines y decidí buscarla.

Camino a su casa me puse a pensar en lo que estaba haciendo; no tiene sentido, estuve con otra mujer pero aún así quiero estar con ella; es como si Amalia logrará llenar un hueco en mí que ni el sexo con diferentes mujeres logra llenar.

Toque la puerta y algo en mi gritaba que ella respondiera, y al parecer mis plegarias fueron escuchadas porque obtuve respuesta.
-¿Que haces aquí y a esta hora?.
-Solo pasaba por aqui... te traje esto.
Extendí mis brazos entregándole las flores, por un momento me sentí como un adolescente sudoroso y di la vuelta, dispuesto a marcharme. ¿Qué estaba pensando? Ella quizás estaba dormida y yo solo vine a despertarla.
-Pasa la noche aquí.
Me detuve.
-Es peligroso que andes por ahí solo.
Bueno ella no sabe que soy un demonio y que andar solo en la oscuridad es mi especialidad. Pero mi corazón se hinchó al saber que ella se preocupa por mi... y que básicamente no lo merezco, nadie puede refutar eso.

Acepté su invitación a quedarme y al parecer dormiremos en la misma cama.
-No hay mucho espacio, así que usted dormirá en la cama y yo en otro lugar.
¿Otro lugar? No había visto venir eso.
-Duerme conmigo por favor.
Ella se sonroja y baja la mirada, una ráfaga de calor subió por mi cuerpo al decir esas palabras.
¿Pero que? Ni que tuviera 15 años y tampoco es la primera vez que duermo con una mujer.
Es cierto, pero es primera vez que duermo con una mujer con la que no he tenido sexo.

-Mantendré mis manos quietas si es eso lo que le incómoda.
Ella pareció ponerse más roja por el comentario y yo no pude evitar sentirme apenado por la reacción a mi comentario.
Pero Amalia accedió y se quedó en la misma cama conmigo. Cada uno estaba de su lado de la cama, en un silencio algo incómodo pero agradable.

Al darme la vuelta la vi de frente, ella se asustó al verme de frente. Imagino que no esperaba que yo me diera la vuelta ¿Cuánto tiempo habrá estado ella así? Un misterio sin duda. Escuchaba su corazón y su respiración perfectamente. Estaba inmóvil y no dejaba de grabar en mi mente cada una de sus fracciones iluminadas por la luz de la luna que atravesaba la pequeña ventana.

Por impulso acaricie su mejilla y una punzada de culpa me atraveso.

No puedo hacerle daño otra vez, y mentirle sería lo peor que puedo hacerle.
Las palabras no salen de mi boca ante el temor de su reacción pero tenía que buscar los cojones para decirle y asumir la responsabilidad. No somos pareja, pero ella no merece ser tratada asi como yo lo estoy haciendo.

-Estuve con una mujer antes de venir aquí.
Ella se quedo en silencio.
Se volteó, tuve la leve esperanza de que ella no entendiera a que me refería con "Estuve" pero si lo sabía.

En la oscuridad la busque con mis manos y sentí su cuerpo, mi corazón latía descontroladamente ante el contacto de su piel con mis manos.

Y sin darme cuenta me dormí.

Mil mil mil disculpas, se que no es una escena HOT como les gusta pero al menos valoren mi esfuerzo... ok Matenme. Espero comentarios y sugerencias para mejorar la historia.

Es poco usual que lo haga pero me gustaría saber que estudian en la universidad, si ya se graduaron o siguen en secundaria. Espero sus comentarios ansiosa.

Besitos a todos Feliz dia, noche o mañana. Att Lissa Leodres hahahaha no se olviden de darle me gusta ok ahora si chaaao.

Inevitable Seducción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora