Capítulo 13

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Al despertar lo primero que ven mis ojos, son los hermosos ojos verdes de Emma, mirando con tanto amor.

—Buenos días. –La saludo.
—Buenos días mi amor. –Dice ella.

Y solo escuchar esa dos palabras, me llenan de felicidad y de excitación  a la vez.

—¿Llevas rato mirándome dormir? –Pregunto con humor.
—Si, –se acerca hasta tocar su nariz con la mía–. Y lo seguiría haciendo, por el resto de mi vida. –Confiesa al rozar su nariz con la mía.
—Tengo miedo Emma –Le hago saber rozando su mejilla con mis dedos.

Ella puede notar mi miedo, en la mirada.

—¿De qué? –Pregunta al colocar su mano sobre la mía.
—De lo nuestro –cierro los ojos, colocando mi frente en la suya–. Que voy a despertar y tú no estarás, y todo lo que hemos vivido...
—Shhhh –me calla, colocando un dedo en mis labios–. Nada de eso ocurrirá porque esto es real –separa un poco su rostro del mío, mirándome con total seguridad–. Es nuestra realidad.

Esas palabras borran de un plumazo todos mis miedos, e inseguridades.

Me le voy encima, abrazándola quedando encima de ella.

—Siempre has sabido como borrar todos mis miedos e inseguridades. –Le recuerdo colocando mis manos cada lado de su rostro encima de la almohada.

Sonríe, envolviéndome con sus brazos.

—Y tú darle el sentido, la felicidad y el amor a mi vida. –Confiesa al besarme.

Le devuelvo el beso gustosa, comenzando a excitarme. Muevo mi pelvis en busca de más, pero Emma me gira y termina encima de mí.

—No, no, no. Nada de eso cumpleañera –se quita de encima de mí–. Tenemos muchas cosas que hacer hoy. El placer puede esperar –la veo levantar una bandeja del suelo, con un hermoso desayuno–. Espero te guste. Feliz cumpleaños. –Felicita.

Es un desayuno con sándwich, tocinos, huevos revueltos, frutas picaditas, café y un zum de naranja.

¡La adoro!

—Gracias Emma –Le agradezco.
—Es un placer para mí. –Dice al tomar asiento junto a mí, en la cama.

Emma me mira desayunar y eso es muy desconcertante.

—Comerás conmigo, o te quedaras ahí viéndome hacerlo. –Le digo con diversión.
—Verte comer es fascinante –se inclina, hasta estar a poco centímetro de mi rostro–. Al punto de excitarme. –Comenta con voz erótica.

Mi respiración se acelera, al escucharla decir eso.

—Emma...
—Debemos terminar rápido, tenemos muchas cosas que hacer hoy. –Recuerda, al comenzar a desayunar también.

Ruego porque todo esto termine, y podamos estar las dos solas como anoche...

Después de un rato de haber dejado la romántica cabaña, (que siendo honesta, me causo un poco de tristeza dejarla) nos encontramos de camino hacia el aeropuerto, para irnos a Georgia.

Pero de repente caigo en la cuenta de algo.

—¿Emma desde cuando no has ido a Georgia? –Pregunto.

Rogando que no me dé la respuesta, que creo que me darás.

La veo tensarse, pero lo trata de ocultar.

—Desde la muerte de mis padres. –Responde en tono neutral.

Lo sabía.

—Emma...
—Descuida Emily, estoy bien. –Asegura.

¿Por Qué Tú? Destino & AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora