¿Por Qué Tú? Destino & Amor

Capítulo 7

Habiendo terminado de cenar nos encontramos en la sala, degustando unos riquísimos postres que Vanessa trajo y al abrir el mío, no puedo evitar sonreír al ver que es el mismo que Emma me había dado de comer la otra noche, en la que me excito al untar un poco de chocolate en mis labios y luego besarme.

Mi mirada se encuentra con la de Emma y veo que está sonriendo, al haberse dado cuenta en lo que estaba pensando.

Me ruborizo por eso.

—Estos dulces son exquisitos. –Dice Vanessa.
—Es cierto, y más cuando lo complementas, con algo más deliciosos. –Comenta Emma mirándome con brillo en los ojos.

Y solo recrear nuevamente ese momento en mi mente, comienzo a excitarme de inmediato.

—¿Y cómo te has sentido? –Pregunta Vanessa a su hermana.

Aparto la mirada de Emma.

—Mucho mejor. –Responde Emma.
—En una semana debes ir nuevamente al médico. –Le informa su hermana.
—Si, lo sé. ¿Y cómo va todo en la empresa? –Pregunta Emma.

Vanessa suspendió su viaje a los Ángeles, y decidió ayudar  a Emma con la empresa, mientras se recupera.

—Va todo bien, justo como me lo explicaste. –responde Vanessa al colocarse de pie-. Y si no les importa, debo arreglarme porque voy a salir. –Nos comunica.
—¿A dónde vas? –Pregunta Emma.
—Tengo una cita, así que no me esperen despiertas. –Dice al irse.

Dejándonos a solas.
Sonrío por su agilidad de huir, antes de que Emma le diga algo.

—Emily acércate. –Me pide Emma.

Me había sentado al frente de Emma, para así dejarle espacio para que se moviera con libertad y no fuera a lastimarle el pie.

—Creo que Vanessa esta enamorada. –Digo acercándome y tomar asiento junto a ella.
—La logro entender –levanta su mano y roza mi mejilla–. Porque justo así me siento yo. –Confiesa Emma, mirándome con ilusión.

Despertando mis sentimientos hacia ella.

—Emma...
—Dijiste que después de que tomara la tina, seguiríamos hablando del tema que no terminamos. –Me recuerda.

Confiésale tus temores. Comenta mi razón.
Sorprendiéndome.
¿Creí que estabas en contra, de esto?
Esto es lo que quieres, y contra eso no se puede luchar.

Sonrío para mis adentros.

—Emma me asusta la idea de venirme a vivir contigo, y después tenga que irme nuevamente. –Le confieso.

Emma se acomoda un poco, hasta quedar sentada y toma mi rostro en sus manos.

—Emily te juro que nunca volveré  a dudar de ti –coloca su frente en la mía–. Y te prometo que lo que me quede de vida, lo dedicare a hacerte feliz. –Asegura.

Llenándome de tanta felicidad, que siento que mí corazón va a explotar.

—Está bien Emma, me vendré a vivir contigo. –Accedo separando un poco mi rostro.
—¿De verdad? –Pregunta aun dudosa.
—Si, sólo dame un poco de tiempo mientras arreglo todo lo de mis padres. –Pido.
—Todo el tiempo que necesites. –Dice al besarme.

Sus labios rozando los míos y se siente también, haciéndome perderme en ellos por completo.

—Emma... debemos...
—Ya no quiero detenerme –Emma me hace cernirme sobre ella con cuidado–. Deseo recorrer tu cuerpo –sus manos comienza su recorrido por mi espalda, por encima de la bata–. Besar cada parte de tu cuerpo –sus labios están ahora rozando mi cuello, muy deliciosamente–. Y...
—Bueno chicas me voy. –Oímos a Vanessa decir, antes de llegar a la sala.