¿Por Qué Tú? Destino & Amor

Capítulo 5

—¡Emily!... ¡Emily!

Gritos me sobresaltan, haciéndome despertar de golpe.

—Emma no puedes levantarte de la cama. –Oigo que Vanessa le dice a Emma.

—¡Suéltame!... Emily me prometió que no se iría.

Veo que me quede dormida en la sala, y es por eso que Emma cree que me fui. Salgo corriendo escalera arriba y al llegar a la habitación, veo como Vanessa trata de hacer que Emma no se levante.

—¿Emma que estás haciendo? –Pregunto mientras entro.

Ella al escuchar mi voz detiene sus movimientos y me mira con alivio.

—No te fuiste. –Dice Emma con total alivio.

—Si no mal recuerdo te prometí que no lo haría. –Le recuerdo.

—Soñé que te habías ido, y al despertar no te vi. –Explica.

Me acerco al otro extremo de la cama y tomo asiento.

—Estoy aquí Emma. –Digo al rozar su mejilla.

Emma cierra los ojos a sentir mi roce.

—Iré a preparar el desayuno. –Oímos a Vanessa al salir de la habitación.

—Recuéstate a mi lado Emily. –Me pide ella al hacer un lado para mí en la cama.

Y esta vez no me niego y lo hago.

Emma me rodea con su brazo sano y me hace recostar mi cabeza en su pecho, y tener su cuerpo muy cerca del mío se siente también.

—¿Cómo te sientes? –Pregunto sintiendo como su dedo hace círculos en mi cintura.

—Mucho mejor, ahora que te tengo en mis brazos. –Responde al hacer su camino levantando mi camisa y tocar mi vientre.

Sentir su mano en mi piel, hace despertar este deseo por ella.

—Emma... –Digo en tono reprobatorio.

—No estoy haciendo nada. –Miente en tono burlón.

—¿Emma por qué arriesgaste tú vida así? –Pregunto tratando de distraerme de sus caricias.

—Porque... –Emma coloca su mentón en mi cabeza–. Ya no resistía un día más sin ti. –Responde.

—¿Quién te envió esas fotos Emma? –Pido que me explique, aunque ya se la respuesta.

—No quiero hablar de eso Emily –me acerca un poco más–. Lo único que se, es que no pienso dudar de ti nunca más. –Asegura.

Su seguridad me llena de tanta alegría y tranquilidad.

—¿Tienes hambre?

—No tanta –su mano renueva su camino hacia mi abdomen–. Como el deseo incontrolable por hacerte mía. –Responde con voz ronca.

Mi cuerpo de inmediato se enciende con deseo, al escucharla decir eso.

Aunque no puedo negar que también la deseo, quiero sentir sus manos recorrer todo mi cuerpo, sus labios devorando los míos, su cuerpo desnudo sobre el mío, mis manos recorrer cada parte de su cuerpo.

—Emma...

—Lo sé –levanto mi cabeza hasta encontrarme con su mirada–. Pero eso no impide que te desee. –Dice al colocar su frente en la mía.

Coloco mi mano en su mejilla, cerrando los ojos por un momento.

—También te deseo Emma –abro mis ojos y me encuentro con su mirada–. Pero tu salud es primero y...