Recuerdos.

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—Eso suena muy divertido— dijo Solei al escuchar la anécdota de Roger, referente a las fiestas que tenía en la universidad, donde no ocultaba que Gabriel también estuvo presente.

—Puedes apostar a que sí, incluso hubo una ocasión en que desperté al día siguiente en la cama con un tipo, si me lo preguntan no recuerdo qué sucedió.

Todos rieron, excepto Leandro, que prefirió ocuparse en beber un ligero sorbo de su vino. La comida había estado deliciosa, y ahora se encontraban disfrutando del vino, a excepción de Lisa por obvias razones, y charlando sobre sus vivencias.

—No creo que debas decirlo con orgullo— Gabriel intervino, él sonreía, pero sus palabras tenían un ligero tinte de reprimenda.

Why noy? Seguramente será una anécdota que nuestros nietos querrán escuchar— rebatió Roger, tocando el antebrazo de Gabriel.

—De ninguna manera— intervino Solei, —más bien sería una historia traumática.

Todos rieron de nuevo; entonces Lisa miró a Leandro, notando que su copa estaba casi vacía.

—¿Deseas un poco más?— le ofreció, a lo que en seguida Manolo estiró el brazo para tomar la botella, en caso de que chico accediera.

—Nn-no gracias, creo que fue suficiente alcohol por hoy.

—Oh, vamos; sólo será un poco más— le insistió Roger, —además este vino está delicioso. Cheers!— dijo, levantando su copa aún con suficiente líquido y dando un sorbo.

—¿Verdad que sí?— confirmó Yanni las palabras de Roger y luego miró a Leandro, —fue una muy buena elección de tu parte.

—¿Tú lo escogiste? Eso es maravilloso— Solei se acomodó en su silla y agregó, —además de que te pusiste bueno, ahora también eres experto en vinos. ¿Desde cuándo?

Ahora sí, Leandro rio por la ocurrencia de Sol.

—Ey, ey— habló Lisa, —deja de coquetearle, que el chico ya tiene pareja.

Los silbidos y bulla que Manolo y Yanni lanzaron le recordaron cuando eran compañeros de escuela, en seguida e inevitablemente se sonrojó.

—¿Quién es? ¿Estudiamos en la misma escuela?— quiso saber Solei, —¿es una historia de amor como el reencuentro de Manolo y Lisa?

Dude, le hubieras invitado— dijo Roger, —así no estarías tan callado, o te mantendrías ocupado— se atrevió a lanzarle un guiño y le sonrió, para luego apoyar su cabeza en el hombro de Gabriel, casi recostándose en él.

Leandro estuvo consciente de dos cosas: que su poca participación en la reunión no había pasado desapercibida y que entre Roger y Gabriel había algo.

Ante las palabras de Roger, la bulla de Manolo y Yanni fue más enérgica.

—Su nombre es Jelena, y es bailarina— dijo Lisa con una enorme sonrisa cómplice en el rostro, —dice que solamente es su amiga, pero yo creo que no; se veían muy felices y animados el otro día que me los encontré.

A dancer? That's awsome.

Entonces la charla se dirigió hacia su ocupación, sobre la cual todos parecían curiosos, excepto Gabriel, quien prefería sólo intervenir cuando los comentarios de Roger parecían un poco fuera de lugar.

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—¿Hiciste qué?— Jelena le miró con los ojos bien abiertos tras la explicación de lo ocurrido el día anterior, —mentir no está bien.

—Lisa dijo que yo tenía pareja y que eras tú; eres mi pareja de baile, técnicamente no hay mentira en ello— se defendió.

—Es casi lo mismo— se estiró, tocando la punta de su pie derecho, el cual estaba sobre la barra de madera; ambos estaban estirando y preparándose para el ensayo.

—Lo es, por eso no la corregí ni insistí en lo contrario.

—Primor, me refería a que ocultar la verdad es casi lo mismo que mentir— le miró con una ceja elevada, —¿por qué lo hiciste?

—No lo sé— Leandro se encogió de hombros, —tal vez porque quería ser interesante.

—Este sujeto, Roger. ¿Quién es en realidad? ¿Gabriel lo presentó como su amigo, familia tal vez?

—Sólo dijo su nombre, pero no parecían solo amigos, eso sí, en todo lo que Roger mencionaba, Gabriel estuvo presente: fiestas y viajes incluidos.

Jelena suspiró, —entonces, cariño, será mejor que lo dejes ir— se enderezó bajando su pie de la barra, se acercó a su amigo y apoyó la mano en su hombro, —dices que en la reunión fue algo distante contigo, que parece cómodo con este sujeto que lo toquetea, y si además no te sentiste seguro de hablarle o hacerle una pregunta directamente siquiera para saber cómo ha estado, ya no te martirices. Dale vuelta a la página.

Porque eso era cierto, Leandro también había evitado hablar directamente con él, y eso que tuvo un par de oportunidades, como cuando levantaron los platos e iban a servir el vino, por ejemplo.

Suspiró profundamente, —sí, creo que tienes razón.

La puerta se abrió casi inmediatamente y al salón ingresó Erick.

—Vaya, pero si es el preferido de Robert; siempre tan cumplido y puntual— se mofó.

—Algunos sí nos tomamos esto en serio— contestó Leandro, sin mirarle.

—Claro— ironizó, yarrojó su maleta en la esquina contraria, echándose en el piso de duela paracambiarse los zapatos; segundos después los demás bailarines comenzaron allegar también.

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NOTAS: Sé que está catalogada como "historia corta", y no sólo se refiere a que es de trama sencilla, sino que los capítulos son cortos :P Gracias por leer. 

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