Capítulo N°29: "Asesina por Maldición"

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Una noche Lin estaba durmiendo en un sofá luego de haber terminado con su cena y una extraña pesadilla se presentó en su mente. Se encontraba en un bosque demasiado oscuro y a lo lejos se podía observar una luz brillante, así que decidió correr todo derecho para intentar alcanzarla pero en el recorrido se escuchaban gritos de niños. Una vez que logró llegar, la brillante luz cego sus ojos y al abrirlos vio que alguien estaba sentado en un banco cerca de la fuente. Dio pequeños pasos para intentar saber quien era pero de repente sus piernas se detuvieron y no podía moverlas por mucha fuerza que usará.

-Vaya... Realmente estoy sorprendida al verte parada aquí. Creo que no use la suficiente fuerza jaja.- Tal sujeto se sacó la túnica que traía y unas alas negras salieron de su cuerpo. -Si que eres alguien lleno de ira y fuerza Lin... igual que tu madre. Cabeza hueca.- Se trataba de una mujer con vestido oscuro y un largo cabello negro que le llegaba a la cintura.

-¿Quién demonios eres anciana? ¿Por qué estoy en un lugar tan estúpido como este?- La chica se le acercó y con su mano la levantó en el aire, como si estuviera por extrangularla. Lin no podía respirar bien por lo que hacía señas suplicando que la bajará de inmediato.

-Será mejor que hable con educación Lin. Sino me veré obligada repetir mi intento de tomar tu triste vida.- Bajo su mano y la dejó caer mientras se retorcia en el suelo buscando oxígeno, hasta que volvió a estar bien. -Escuche que quieres vengarte de cierta persona por lo que pasaste en la mansión Fudou o me equivoco.- La mujer se volvió a sentar en la banca y de la nada apareció en sus manos una taza de té.

-No debes meterte... en lo que no te incumbe. Esa niña me las pagará por haberme dejado sola a punto de morir. Sólo quiero que sufra y yo me haré cargo de eso jajaja.- Lin le daba la espalda mientras observaba a su alrededor el sitio en donde estaba. -Además que eso de tomar mi vida... esto es un maldito sueño y pronto abriré los ojos para no tener que verte más. Adiós anciana.- Lentamente se dirigía hacia la oscuridad pero de repente se escuchaban gritos de ayuda y desesperación, lo cual la incómodo bastante y retrocedió rápidamente. -Pensándolo bien. Haré otra cosa.- Sacó una navaja de sus pechos y fue a atacar a la mujer que seguía bebiendo té en la banca pero el arma rápido se desvaneció en el aire, así que levantó su pierna para brindarle una patada aunque la mujer detuvo el ataque con una sola mano. -¡Maldita sea! ¡¿Qué demonios quieres de mi?! ¡Déjame salir de este lugar!- Lin quiso ir en contra de la chica pero un viento fuerte la empujó atrás.

-Siempre, siempre tan testaruda. La persona a la cual quieres lastimar está bajo mi observación, por lo que intente asfixiar tu cuerpo mientras dormías, así no podrías hacerle daño. Estabas en un camino entre la vida y la muerte pero lograste pasar todo sin problema, tu sigues estando viva. Siéntate quiero hablar de algo serio contigo.- La mujer se hizo a un lado para darle espacio en la banca para que se sentará Lin, quien riéndose se sentó ya que no le creía ni una sola palabra. -¿Eso piensas? Bueno que tal ahora...- Luego de un chasquido con sus dedos, Lin estaba en suelo gritando de dolor como si alguien estuviera aplastado su corazón. -¿Suficiente? O quieres que continúe con la demostración jaja.- Volvió a chasquear los dedo y el dolor dentro de la pobre joven desapareció. Lin con miedo se sentó al lado de la mujer pero tenía algo de nervios por lo que podría llegar a pasar.

La mujer le dijo que se dirigiera a ella como Angélica, un lindo nombre que ella misma se había puesto ya que nació sin una identidad. "De lo que quiero hablar es..." Lin la interrumpió preguntado si tenía algo de comer ya que su estómago dio un pequeño rugido. Angélica hizo aparecer en las manos de la chica hambrienta unos chocolates con forma de corazón. "Lo que quería decirte es..." Nuevamente la interrumpió reclamando algo de tomar porque también tenía sed, así que chasqueo sus dedos y una pequeña lata de refresco apareció a su costado. Angélica quiso volver a continuar con su discurso pero Lin la volvió a interrumpir diciendo que ya se habían terminado los chocolates y hambre todavía no se iba. Desplegó sus alas con fuerza y una llama gigante atrás de ellas salía de los suelos. "Pensándolo bien... ya estoy llena jaja..." El ángel retomó su postura guardando sus alas y sentándose con educación. "Mira no tengo tiempo para estar con tonterías ya que tengo mucho trabajo por hacer. ¿Por qué quieres tomar venganza de esa persona?" Lin sólo respondía que iba a llevar a cabo su plan debido al sufrimiento que le sucedió al ser abandonada con una herida grave en el brazo. Además de que no podía sacarse de la mente el hecho de verla torturada y lentamente acabar con su vida. "No te has puesto a pensar en el sufrimiento que ella también paso. Aparte tu le causaste algo peor que esa herida que llevas en tu brazo izquierdo. Supongo que hacerte entrar en razón no es una opción, conozco bien tu carácter." Lin sólo miraba para otro lado mientras tomaba el refresco que le dieron y soltó un eructo. "Por favor comoportate. Supongo que no tienes remedio pequeña." Angélica se levantó y la miro fijamente. "¿Qué?... ¿Vas a dejarme ir? Por favor hazlo rápido que quiero aniquilar a la mocosa." Lin termino de beber y tiro la lata a un costado para levantarse pensando que se iría de ese sitio.

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