Undertaker x OC Falling in love (COMPLETO)

8 Gato al agua

La situación en la que me desperté era algo inédita. Tras haberme quedado traspuesta por la alta temperatura, ahora me encontraba en los brazos de Undertaker.

-No para de subirte la fiebre.

Sentí que me mareaba, aún así me recompuse lo más rápido que pude al ver la bañera llena de agua. Me deshice de sus brazos y corrí hasta el otro lado de la habitación. Él se me quedó mirando al lado del borde de la bañera llena de agua.

-Parece que finalmente he conseguido una gatita de verdad. ¿Vas a huir el agua?

-No voy a meterme. _ dije mirando la puerta.

Su sonrisa se apagó fulminantemente. Dio media vuelta y emprendió rumbo a la puerta.

-Como quieras, iré preparando tu ataúd si no hay más remedio.

Sentí un escalofrío y caí de rodillas al suelo, temblando con pequeños espasmos y repleta de sudor frío.

-...

De pronto me ofreció su mano.

-Deberías escuchar a tu cuerpo, querida.

Tenía razón.

-Estás débil por la fiebre_ me ayudó a levantarme.

Fue en aquel momento cuando percibí su otra mano desatándome el corsé del vestido, poco a poco deshacía el camino de cada cordón, hasta que delicadamente dejó a un lado la pesada carga. Siguió con la primera de las muchas faldas que llevaba a cuestas por el frío del invierno, hasta que no quedaba nada más que la camisola larga que hacía de prenda interior.

En todo momento no había apartado su mirada de mis ojos ni yo de los suyos. La fiebre me estaba azotando con fuerza, pero no era lo único que hacía que me subiera la temperatura.

Me hizo un gesto con la cabeza cogiéndome ambas manos para ayudarme a entrar en la bañera. El agua cubrió mi enfermizo cuerpo.

Él apoyó su mentón en el borde de la bañera, desde donde me miraba sin parpadear ni mencionar una sola palabra.

-Caliente_ susurré.

-¿Demasiado caliente?

-No... La última vez que había alguien me preparó un baño no.... no acabó bien.

Recordé el día en que me engañaron.

-Hay que ganarse la confianza de un gato antes de meterlo en el agua_ sonrió.

El agua ayudó de sobremanera. La fiebre me bajó considerablemente a pesar de seguir teniendo un continuo dolor en todos y cada uno de mis músculos.

-¿Confianza? Supongo que también se puede engañar a un gato para atarlo contra su voluntad.

-¿Eso fue lo que te ocurrió?

Undertaker entrecerró los ojos.

-Esa noche huías de algo más que de ese hombre

Era como si Undertaker pudiese leer mi pensamiento

-...

Había aparcado esos recuerdos desde que Undertaker me aceptó como su ayudante.

-¿Cómo puedes saberlo?

-Tus ojos no saben mentir, querida.

-N-No es algo que quiera recordar ahora mismo. Además, yo te he preguntado primero y todavía no me has respondido.

-¿A qué, gatita?

Saqué la mano de la bañera apuntando a las cicatrices de su cuello y su rostro.

-¿Cómo acabaste siendo un enterrador? ¿Fue por culpa de esas cicatrices?

El rostro de Undertaker se volvió serio por un momento, tras el cual volvió a su yo normal con su característica sonrisa.

-Antes de obtener esa información deberías darme algo a cambio.

Se hizo el silencio durante unos minutos.

-¿De qué huías?

Sentí una presión en mi pecho, en verdad me avergonzaba todo lo que me había pasado hasta ahora. Y no quería volver a revivirlo, pero necesitaba saber más sobre Undertaker y esta parecía ser la única vía para conseguirlo.

-Me encantaba mi trabajo, pero fui engañada. Y no me quedó más remedio que irme.

La sonrisa al recordar mi pasado yo quedó borrada al recordar lo que me había pasado.

-Bueno, ahí lo tienes. Te toca.

Esperé su respuesta.

-Mi antiguo trabajo no era tan satisfactorio como yo pensaba que sería y acabó convirtiéndose en algo monótono sin vida. Finalmente opté por el enterrador, lo encuentro mucho más gratificante.

-¿Tuviste otro empleo antes que éste? ¿Cuál era?

-Te lo diré si me dices el tuyo.

¡Cómo podía decirle que había sido cabaretera!

-¡Está bien! Tú ganas. ¡No más preguntas!

Pasé mis dedos por mi boca como si cerrase una cremallera.

Cerré los ojos y procuré descansar para reponerme cuanto antes.