Un día me atreví a preguntarle algo a mi juicio consideraba poco juicioso. Ya que pocas veces había salido juntos a cualquier acto público que no fuera un funeral
-¿Por qué no salimos juntos y damos un paseo? He oído que hay una feria cerca de aquí.
Undertaker, que estaba comiendo las galletas con forma de hueso que solía cocinar en el horno, se quedó a mitad pensativo. Hizo una mueca, se levantó y salió por la puerta sin mediar palabra.
-Tienes razón. No ha sido una buena idea.
Pero no tenía ni ganas ni fuerzas para afrontar ninguno de mis deberes, así que me senté en el nuevo ataúd que habían encargado los hijos de una mujer que había fallecido hacía un día. Me preguntaba qué habría dicho para ofenderle, pues solo intentaba socializar un poco más con él, al fin y al cabo, llevábamos tanto tiempo viviendo juntos...
La puerta se abrió. Era él. Dio unos pasos hacía mí.
-No pretendía..._ susurré.
Su rostro se iluminó. Se agachó y sacó un elegante vestido azul oscuro decorado con pequeñas perlas y encaje.
-¿Es para mí?
Asintió.
Era lo más bonito que nadie me había comprado nunca. Él asintió. Se me saltaron unas lágrimas y sin pensarlo dos veces salté y lo abracé haciéndole caer al suelo.
Undertaker no podía estar más perplejo por la reacción de ella, no sabía si devolverle o no el abrazo.
-Si la gatita quiere ir de paseo vamos a necesitar una correa. _ sonrió deslizando su dedo por mi cuello.
Se hizo un silencio.
-¡Yo te mato!_ grité haciendo como que le estrangulaba.
Segundos más tarde me percaté de que se refería al collar que me había puesto mientras intentaba hacer que dejara de respirar. Era un camafeo precioso.
Ese mismo día más tarde me vestí con la preciada prenda que me había comprado Undertaker, bajé las escaleras y me sorprendí al ver un hombre diferente. No llevaba la larga túnica negra, la había cambiado por un traje exquisito con una corbata, camisa y guantes a juego. No podía parar de reír al verle, porque estaba tan elegante que no parecía el Undertaker de siempre. Por otro lado...
-Espera...
Cogí parte de su flequillo y lo trencé con su pelo para que al menos su ojo izquierdo fuera visible. Su rostro puso cara de preocupación, pero al verme sonreír me imitó.
Me ofreció su brazo y salimos juntos a la calle. Nunca había sido tan feliz como en aquel momento. Ahora que podía ver sus ojos, el significado de sus sonrisas se ampliaba hasta límites insospechados. Me di cuenta de que no era capaz de dejar libre la mano de Undertaker.
Pasamos la tarde viendo un freak show, en una parte del espectáculo varios artistas se disfrazaron de Parca y hablaron sobre la brevedad de la desdichada vida de los humanos y como los demonios más tarde martirizaban sus podres almas, la cara de Undertaker pareció palidecer.
-¡Estás muy serio!_ dije lanzándole una sonrisa.
Se acercó desde su sitio apoyándose con la mano en la butaca, sentí que quería besarme. ¡Finalmente iba a ocurrir! Así pues, me dispuse a ello, mientras intentaba controlar a mi agitado corazón. De pronto, Undertaker puso sus dedos sobre mis labios. Había detenido el momento a propósito.
-¡...!
-Lo siento._ susurró Undertaker.
Sentí cómo se encendían las mejillas, y como mi corazón se quebraba por momentos. Me temblaba todo el cuerpo y me costaba retener las lágrimas. No podía más. Cada día que pasaba con él sentía que le quería más y más. Y a pesar de que notaba ciertas acciones que me planteaban su reciprocidad... acababa dándome calabazas.
-¡No pretendía! Yo no iba a..._ reí nerviosamente mientras me levantaba.
-No lo entiendes.
Me sequé y salí corriendo del recinto sin escucharle. Una vez fuera intenté recuperar el aliento.
-Soy estúpida_ me repetía una y otra vez.
-Déjame explicarte.
Oí una voz detrás de mí.
-No hay nada que explicar_ le miré fijamente a los ojos_ Ni siquiera sabes mi nombre.
Su rostro estaba dolido.
-Me he aprovechado de tu hospitalidad demasiado tiempo.
Undertaker abrió la boca para decir algo, pero me adelanté.
-Nunca podré agradecerte lo suficiente todo lo que has hecho por mí_ dije mientras caían varias lágrimas.
Di media vuelta y caminé hacia la oscura inmensidad de los callejones de Londres.
Undertaker POV (Claro que sabía su nombre, sabía cuándo había nacido y cuándo dejaría de existir. En sus pensamientos el nombre de la joven resonaba una y otra vez)
Hazel.
ESTÁS LEYENDO
Undertaker x OC Falling in love (COMPLETO)
FanficEn la vida monótona de Undertaker aparecerá una mujer que le hará cambiar su día a día y su corazón. El roce del día a día hace surgir sentimientos por parte de la mujer hacia Undertaker, pero al parecer no es correspondida como ella querría. ¿O qui...