ONE SHOTS (TEEN WOLF)

Jackson Whittemore

Yo cuidaré de ti

El nuevo período escolar había llegado con muchas cosas nuevas, entre ellas un escape al caos familiar, una escuela diferente y una nube de emociones mal administradas.

Nuevas y pintorescas amistades habían llegado inevitablemente. Es decir, no siempre encuentras a una joven con una familia extensa de ancestrales cazadores de seres sobrenaturales. Si, había sido raro ver las toneladas de armas que su padre coleccionaba, pero una vez descubrió el por qué, pareció tan simple como todo lo que le estaba ocurriendo ese mismo año.

Una de las noches después de haber llegado a la extraña ciudad de Beacon Hills, cuando las estrellas apenas habían asomado y los pájaros habían dejado de cantar, decidió ir a gastar un poco de energía, ya que hacía tiempo había renunciado a continuar con su tarea y al decidir dormir un poco, el insomnio la acompañaba como un compañero de cuarto, así que se encaminó al bosque a echar una corta carrera. Cuando menos se lo esperó, se topó con unos chicos que vagamente recordaba haber visto por la escuela: Scott y Stiles.

Entre caos y confusión, el momento en el que la policía atrapó al segundo mencionado no la sorprendió, pues rápido entendió que los jóvenes se encontraban irrumpiendo en una escena del crimen, y así se quedó a solas con el moreno. Gracias a esa noche y un evento traumático, su vida entera cambió.

Cómo si fuera poco aquel drástico cambio de vida y comprensión del mundo siendo apenas una adolescente y con más problemas de los que quisiera, el niño rico de la ciudad tomó a personal su desición de amistarse con Scott McCall, por lo que las constantes agresiones no faltaron en su día a día. Siendo una chica con poca paciencia y mucho ingenio para el mal, no le faltaron motivos para devolverle acciones mal intencionadas hasta descubrir que aquella extraña relación se había convertido en un juego de "amienemigos" que sin duda alguna atraía a Jackson. No había hecho falta descubrir sonrisas mal fingidas en la cara del muchacho o la inquietante pasión de descubrir nuevas formas de atormentarse mutuamente.

Y sorpresivamente, de un día para otro, la joven se encontró aterrada de descubrir que aquella atracción no era en absoluto unilateral, por el contrario, ella se sentía igual o peor que Whittemore. Resignada aceptó que quizás habían sentimientos encontrados.

Sentimientos que no podrían ser atendidos por ninguno de los dos, puesto que Jackson estaba en una relación con nada más ni nada menos que Lydia Martin, la otra amiga de Allison. Y por más que notará que a Lydia no le terminará por caer bien, había sido agradable con ella, una leal y buena amiga.

Hoy en día, después de un agotador periodo de exámenes, tareas, hombres lobo y cazadores, la joven se encontraba observando el reflejo de una morena adolescente que a penas reconocía, con aquel vestido azul celeste, los ojos brillantes y sus rasgos afilados cambiando por un año entero de madurez adquirida. Se sentía incómoda en su piel y no solo por el estrés de los últimos meses.

Allison y Lydia habían dicho que ese era el vestido, como si hubiera sido hecho para ella. Pero siempre se sintió incómoda en su cuerpo, siempre prefería ocultarlo demasiado con chaquetas y suéteres. En cambio, el vestido dejaba desnudos sus brazos y sus piernas, sin mencionar el escote en la espalda. Sabía que no había nada malo con lo que veía, pero no le terminaba de agradar.

Suspiró intentando convencerse de no esconderse bajo las cobijas para no ir al baile y de pronto el sonido insistente de la bocina de un auto le llamó desde fuera, y como sabía que Jackson iría al volante, corrió para que el chico no empezara una pelea.

¿Cómo había quedado atrapada en esa situación? Bueno, Allison era pareja de baile del muchacho después de su ruptura con Lydia y le había pedido que no la dejara sola, así que como nadie sospechaba de sus sentimientos hacia él, no pudo negarse.