“Ella no es normal, unos la llaman rara, y la verdad, es preferible que te llamen rara, a que solo seas una más del monto”.
—Alberto Velasco.//////////////////////////////////////
TASYA
Mi respiración estaba acelerada, hui de la mirada de mis padres, caminé de manera calmada para no tener más atención sobre mí. La mansión de los Hamilton era tan grande que refugié en un saloncito y apenas entré di rienda suelta a mis lágrimas. Mis ojos llorosos, la cara roja ¿¡cómo explicarle esto a mi padre!?
La puerta del saloncito fue abierta y no tuve tiempo de limpiar mis lágrimas.—¡¿Qué le sucede miladi?! —preguntó alarmada la hermosa muchacha que me acababa de descubrir.—Por favor, ¿puedo hacer algo para ayudarle?
—No, estoy bien —susurre asustada.
—Su rostro lloroso me indica lo contrario —ella se había acercado demasiado, tenía una nariz respingona, grandes ojos azules y cabello dorado.
—Por favor solo necesito tiempo para calmarme, no deseo que mis padres me vean así.
—Tenga —me ofrece un lindo pañuelo bordado y lo acepto para limpiar mis lágrimas —Me llamo Elizabeth Jones.
—Tasya Bulgákova —digo con una sonrisa que ella me corresponde. Después de unos minutos, en mi cara no hay rastros visibles de las lágrimas.
—¿Se lastimó? ¿Qué fue lo que la hizo llorar? —a pesar de fuera amable no podía contarle la desagradable situación que acababa de sucederme.
—Gracias por su preocupación lady Elizabeth, pero es una tontería y mis padres deben estar muy preocupado, ¿me acompañaría al salón?
Ella asiente con una sonrisa, salimos de la habitación para dirigirnos al salón. Visualizo a mi padre entre los invitados y por su mirada noto que busca algo fervientemente. Cuando sus ojos encuentran con los míos se tranquiliza y comienza acercase.
—Mi padre… ¿se nota que he llorado? —pregunté preocupada y lady Elizabeth niega.
—Tranquila, no lo notará. —pronto mi padre estuvo frente a nosotras con su atención centrada en mí.
—¿Dónde estabas Tasya? Tardaste demasiado —habló en ruso usando un tono demandante y siento mis mejillas enrojecer. Él repara en lady Elizabeth, quien se sonroja.
—Ah, me retiro fue un gusto conocerle lady Bulgákova. —dice alejándose pero Daemon Bulgákov no apartaba su mirada de mí.
—¿Qué sucedió Tasy?
—Querido déjala —interviene mi madre aferrándose a su brazo, estábamos llamando la atención de todos los invitados.
Mi padre aun desconfiado cortó el tema porque no era el lugar ni el momento. La velada siguió y traté de enfocar mi atención en cualquier cosa que no fuera el hombre del camino oscuro. Regresamos a nuestra residencia después de pasar casi toda la noche en la mansión de los Hamilton. Mi cuerpo estaba agotado y apenas recosté mi cabeza en la almohada caí rendida soñando con los ojos oscuros y caminos tenebrosos...
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Padre había salido y mientras él estaba afuera: mi madre y yo no entreteníamos como podíamos, estando en la biblioteca de la residencia. Una doncella interrumpe nuestro momento.
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La lady de ojos Rojos. © Precuela: Galanes Imperfectos
Fiction Historique❦︎ 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐝𝐚 𝐡𝐞𝐜𝐡𝐚 𝐩𝐨𝐫: EvelynCampos488 ❦︎ "Se cuenta que hay una dama en especial que al mirarte te atrapa con su belleza, frágil, cautivante, delicada y etérea. Todos los que la han visto dicen que es imposible no reconocer...