Capítulo 9

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TASYA
Otra noche en la que solo estábamos mi madre y yo, una en frente de la otra en un silencio sepulcral.

—Mamá me preocupa que papá no haya vuelto aun. —comento pero ella no parece afectada.

—Tu preocupación es ridícula Tasya, tu padre es un hombre inteligente que sabe lo que hace de seguro su reunión se alargó, regresara pronto —dice ella.

Sus palabras no me reconfortan ni consuelan en ningún sentido. No termino de cenar, el estómago se me cierra y no puedo terminar comer, es como si en cualquier momento fuera vomitar. Subo a mi habitación, tal vez pintar me ayude a despejar mi mente.

Estos días he estado ausente y deprimida, primero por las constantes visitas del insistente lord Burker y luego el abandono de Henry.

Ya habían pasado varias días  y él seguía sin aparecer”.

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Noche tras noche. Ya había perdido la cuenta o más bien no había querido seguirla. ¡¿Por qué se aleja sin darme una explicación?!

“¿Acaso se cansó de mí?” –ese pensamiento me deprime. “Seguro le aburrió tener que jugar con una virgen y se buscó otra una mujer mucho más experta”.

Una mezcla de tristeza y cólera recorre mi cuerpo, tenía ganas de escaparme al casino y confrontarlo pero a la vez tenía miedo de comprobar mis sospechas.

Me dolía el imaginarlo con otra que no sea yo”.

Lady Elizabeth Jones me invitó a su residencia para tomar el té, es reconfortante volver a estar en compañía de una amiga. Elizabeth me invita a pasar al saloncito preparado para nuestro té.

—Ha pasado mucho desde que nos vimos Tasya, me alegra que quisieras venir. 

—Sí, ¿cómo has estado? Supe que te comprometiste con tu lord Frey. —una sonrisa de felicidad se extiende por sus labios.

—Pensamos casarnos dentro de cinco meses. ¡Estoy tan emocionada Tasy! —“me gustaba verla feliz. Al menos una de ellas si podía ser feliz con el hombre que quería”. —Pero cuéntame de ti, se rumorea que el Vicent Burker te corteja.

—Más que un cortejo yo lo siento un martirio.

—¡Pero si lord Burker es tan guapo! Muchas ahora te envidian Tasy.

—Si tanto quieren a Vicent Burker con mucho gusto le pongo un lazo y lo envuelvo para regalárselo a la primera que se ofrezca. —mi tono fue tan cortante y frio que Elizabeth se mostró estupefacta.

—Por lo visto el lord Burker no es de tu agrado, ¿hizo algo inapropiado para ganarse esa acidez de tu parte?

—No, de hecho él siempre ha sido gentil y respetuoso conmigo.
Un poco fastidioso con sus referencia filosóficas pero siempre un caballero; el problema radica en que todo mi cuerpo lo repele y es como si no soportara tenerlo cerca.

—Tasya... desde esa vez que nos colamos al casino, no me he podido sacar de la cabeza esa vez que el dueño del lugar te retuvo contra tu voluntad, tal vez no te sientas segura con este tema  ¿pero ese hombre te ha vuelto a molestar?

“Qué más quisiera yo, que volviera junto a  mí”.

—Para nada, se ha alejado por completo.

—Me suena a que te sientes triste por ello —me pongo nerviosa.

—¿Elizabeth que es lo que sabes sobre Henry Cambell? —su expresión cambio de forma radical.

—No es un hombre bueno, Tasya. Es un tipo frio y cruel —responde.  “¡Eso ya lo sé con mucha certeza! No busco que me lo repita sino saber algo más de lo que Henry estuvo dispuesto a contarme en el poco tiempo que estuvimos juntos” —Nunca ha sido robado, todos los que lo han intentado no han salido bien librados. Nunca se vuelve a saber de ellos hasta unos meses después, solo si pagas tu deuda con intereses logras salvarte.

La lady de ojos Rojos. © Precuela: Galanes Imperfectos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora