Serendipia

Adiós, sentidos

¿te das cuenta de lo bonito qué es el cielo cuando empieza a anochecer?

¿nunca te has fijado en lo hermosos qué suenan los pájaros al cantar?

Supongo que me fijo en cosas sin sentido.

Según lo que las personas de mi edad me dice, debo ser algo muy raro.

Porque soy ciega.

Muda.

Sorda.

Tampoco puedo caminar.

Pero puedo ver, puedo hablar, puedo oír, puedo caminar.

Lo que pasa es algo muy sencillo, te lo explicaré.

Puedo ver, pero no debo ver lo que ellos ven.

Puedo hablar, pero no debo hablar lo que ellos hablan.

Puedo oír, pero no debo oír lo que ellos oyen.

Puedo caminar, pero no debo caminar por donde ellos caminan.

No es que lo desee, prefiero ser el bicho raro y fijarme en las cosas más insignificantes.

Pero, ya sabes, ellos se creen que quiero ser como ellos, así que es posible que sus golpes sean para controlarme.

Como comprenderás, prefiero anular mis sentidos con tal de vivir tranquila.

Sola.