Divina Tenebris

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Sobre mi brazo y marcado en sangre,
Un beso tuyo.

Tan efímero como las nubes que se desplazan perezosas por el cielo, tu roce se desvanece con una provocativa caricia.

En el momento en que la alarma de mi teléfono suena de forma estridente, bufo, consciente de que tu contacto siempre es y será más importante.

Tus leves suspiros son cantos silenciosos.

Me honra ser digna de tu presencia, de tu locura, tal es mi estupidez que no te dejaré marchar.

Por favor, sigue grabando a fuego tus labios.

Nunca me abandones, nunca me necesites, nunca.

Sigue amando con pasión descontrolada, seduce, emociona, pero apaga ese maldito teléfono y aísla nuestro mundo.

Tus besos de sangre me dejaran extasiada.

De otra de tus tantas admiradoras a mi ángel demoniaco.

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora