1. ¡Noche de cine!

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Sinopsis: Elle Lawliet es un desastre. Es despistado, nervioso y un tío muy raro. Pero eso no parece importarle a Light Yagami, enamorado de él desde hace dos años. ¡Está dispuesto a cambiarlo todo! ¿Su arma? Una película de terror.

♦ Advertencias: AU, OoC.

♦ Personajes: Light y Lawliet.



Light sujetó entre los dedos un par de camisetas. Las miró, arqueando la ceja, como si fuesen sus peores enemigas. Bufó hastiado, tirando la de color azul y decantándose por la que era negra con estampados abstractos en color plata. Nunca le había gustado demasiado, pero a Elle si. A Elle.

¡Elle! ¡El maldito idiota, tonto, estúpido de su mejor amigo! ¡Del que estaba perdidamente enamorado desde hacía dos años! Y lo peor no era eso, no. Lo peor era que Lawliet no se enteraba de nada.

Daba igual que tuviesen citas juntos o que Light lo sedujese apoyándose contra las encimeras de su apartamento con el culo hacia fuera. Que se arreglase, que usase siempre aquella fragancia de vainilla y chocolate que sabia que tanto le gustaba. ¡Daba igual! Porque el estúpido de Lawliet siempre lo miraba con esos ojos que parecían sacados de otro planeta, con el pulgar en los labios y la típica pregunta: "Light, ¿te encuentras bien?". No. Light no se encontraba bien. Estaba tan caliente y desesperado que más de una vez se sorprendió a si mismo al pensar en asesinar a Elle y esconder su cadáver troceado en el refrigerador. ¡Idiota!

Pero eso iba a cambiar. Lo había decidido tras haberse confesado (de nuevo) la semana pasada. " Me gustas, Elle. Mucho ", le dijo. Su mejor amigo solo respondió un... " Oh, gracias ",con esa sonrisa de niño que lo sonrojaba hasta las orejas. ¡Maldito panda ojeroso! Y no era que no le gustase, porque Light sabía captar las " señales "; Lawliet temblaba a su lado, se avergonzaba, sus preciosas y estilizadas manos se movían nerviosas cuando Light aprovechaba y las acariciaba con las suyas. ¡Eso era amor, seguro! O al menos, era algo.

Agarró su chaqueta de cuero, la bolsa donde llevaba la película que había alquilado y las llaves de su apartamento. Se despidió de sus compañeros y salió con mucha prisa del edificio, dispuesto a todo. Elle Lawliet iba a ser algo más que su amigo cuando finalizase la noche.



La zona residencial donde Lawliet vivía era tranquila y bonita. Los apartamentos eran muy similares y sus vecinos solían ser gente anciana. Su amigo había vivido toda su vida en aquel lugar junto a su abuelo. Sus padres murieron cuando era un niño y Light, cuando pensaba en un pequeño Elle llorando, solo y triste, casi que también se echaba a lloriquear. Eran esos momentos en los que deseaba abrazarlo y tirarle de las mejillas, cuando se daba cuenta de lo mucho que lo quería. A Light le daba igual que Lawliet no fuese el prototipo de chico perfecto a ojos de la gente. Le daba igual que andase encorvado, que tuviese el cuerpo muy delgado, la piel pálida y unas ojeras que echaban para atrás a todo el que lo miraba por primera vez. Para él, era perfecto así.

Suspiró como un idiota, tomando aire cuando se plantó frente a la puerta número 23 del edificio 16. Tocó el timbre, componiendo su mejor sonrisa cuando la puerta se abrió despacio y su mejor amigo se asomó tras ella.

―Servicio de cine a domicilio ― dijo sonriendo, moviendo de un lado a otro la bolsa que tenía en la mano.

Elle lo miró unos segundos, con los ojos muy abiertos y mordisqueándose el pulgar entre los labios. Light deseó que fuese su lengua la que estuviese entre ellos.

One - Shots (Death Note)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora