8. Desaparecido.

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Sinopsis: Soichiro Yagami está desesperado. Hace un mes y medio que su hijo desapareció y no hay manera de encontrarlo.

Su último recurso será acudir a uno de los mejores detectives con los que ha trabajado. ¿Aceptará L hacerse cargo de la investigación?

Advertencias: lemon, AU, OoC.

Personajes: Light, Mikami y Lawliet.


Este One Shot está dedicado a @Arien_DK , ella es la que creó el argumento. ¡Espero que te guste como he intentado plasmar tu idea en este capítulo!

Cada día recibía al menos dos cartas. Todas presentaban un mismo patrón que se repetía de forma constante, algunas adornadas con sutiles toques de perfume o corazoncitos que se repartían en cada una de las esquinas del papel rugoso. Light sabía de sobra que ese tipo de cartas eran adquiridas en el centro comercial cercano al instituto y que quienes las escribían eran chicas que suspiraban al verlo por los pasillos del centro escolar. ¿Le gustaba? Por supuesto. ¿Le cansaba? Mucho.

Era un alumno ejemplar de sobresaliente, con una imagen pulcra de niño guapo a la que más de una quería seducir para mantener una relación amorosa y presumir ante sus amigas. Light era consciente de todo esto, a veces se agobiaba un poco cuando tenía que esquivar por los pasillos a las compañeras que le guiñaban el ojo o se sonrojaban en su presencia. Le habría gustado poder gritarles que era homosexual pero prefería mantener la privacidad para sí mismo, pues siendo su padre policía y su madre una escritora reconocida, no quería que se hablase más de lo necesario acerca de su familia.

Todo esto lo llevó a tener que esconder sus revistas para adultos y las cartas que recibía día tras día. Su hermana pequeña era una chismosa de cuidado, que entraba en su dormitorio en su ausencia para registrar sus cosas personales. No quería que la idiota de Sayu fuese gritando a todo el mundo que tenía revistas subidas de tono donde lo que más predominaban eran los culos prietos y los penes bien formados. ¡Qué horror si eso llegaba a oídos de su madre! Por eso había ideado un doble fondo en uno de los cajones de su escritorio donde meter todo lo que consideraba privado.

Ahí fueron a parar las cartas de aquel día. Cayeron como una cascada al suelo desde el casillero del instituto, justo cuando fue a dejar el material escolar y recoger sus zapatos para regresar a casa.

Bufando, las guardó a buen recaudo en su maletín y las escondió en el cajón del dormitorio tras haberlas revisado por encima. Le daba pena que muchas de las chicas que le escribían lo hiciesen con tantas faltas de ortografía, casi era gracioso si pretendían que saliese con una de esas idiotas rubias que se pasaban el día charlando sobre manicura.

Una de ellas captó toda su atención. Miró el calendario que tenía en la pared, frunciendo el ceño. Alguna de sus admiradoras parecía ser diferente a las demás. Donde todas usaban papel perfumado y de colores, esta en concreto optaba por uno diferente y clásico, con una caligrafía pulcra, elegante y de trazo suave. Siempre le escribía mensajes poéticos, textos donde le agradecía su simple existencia, prometiéndole que muy pronto estarían juntos. Lo más curioso de esta admiradora era que solo le enviaba cartas una vez cada dos semanas y siempre lo hacía los miércoles.

No quiso darle más importancia a este hecho. No quiso leer entre líneas. No quiso adentrarse en aquellos mensajes que iban más allá de la adoración física. Fue una pena, porque si lo hubiese hecho, a lo mejor Light Yagami no hubiese desaparecido la tarde del 24 de octubre.




Soichiro Yagami creía escuchar lo que sus compañeros intentaban explicarle. Sus pensamientos parecían vagar de un lado a otro desde hacía mes y medio, cuando desapareció su hijo sin dejar rastro. Nadie sabía nada. En el instituto, durante los interrogatorios a los estudiantes, no habían conseguido dar con ninguna mísera pista que pudiese echar claridad ante la repentina desaparición del menor.

One - Shots (Death Note)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora