One - Shots (Death Note)

9. Heaven or Hell?

♦ Sinopsis: Lawliet tiene un pequeño problema. Bueno, a decir verdad es un grandísimo problema. Sabe que tarde o temprano Light va a cobrarse una apuesta ganadora, y teme no estar seguro de lo que pasa por su terrible cabecita. Porque el castañito puede ser muy malvado cuando quiere.

Sobre todo si hablamos del amor entre el señor de los demonios y el lindo ángel que se dejó arrastrar hasta el infierno.

♦ Advertencias: lemon, AU (Demonios y ángeles), OoC, Light x Lawliet (sukes)

♦ Personajes: Light y Lawliet.

Este One Shot está dedicado a @Darkmoonuniverse . Dado que me dio libertad en argumento, decidí publicar algo de esta temática. Ya tenía pensado publicar un One Shot sobre demonios y ángeles (en realidad tengo planeado un posible fic de este estilo). He añadido el Light x Lawliet, porque me pidió que fuesen sukes :) ¡y yo encantada de escribir sobre eso!

¡Espero que os guste!

Ah... su paseo matutino. Algo a lo que Lawliet nunca renunciaba, sintiéndose como un anciano cuando pensaba en eso. ¡Pero es que en realidad lo era! Ni siquiera podría decir con exactitud su edad, pues eran pocos los demonios que recordaban su antigua vida en la Tierra.

Él no era un demonio cualquiera; actualmente lo consideraban bastante importante, el maldito rey de los súcubos y las almas en pena que deambulaban por aquella ciudad de fuego, oscura y deprimente.

A los mortales se les solía inculcar desde críos que el cielo y el infierno eran polos opuestos; uno simbolizando el paraíso mientras que el otro hacía alusión al pecado más puro. ¡Y nada más lejos de la realidad! Ni los ángeles eran tan bondadosos ni los demonios tan malvados.

El cielo estaba lleno de inmortales alados con apariencia frágil y pura. Los mismos que solían descender hasta el infierno en busca de lo que allí arriba tenían prohibido. Casi todos cumplían un mismo patrón: piel blanquecina, ojos hermosos, cabello sedoso... Los demonios eran muy diferentes. A priori, podían tener una gran similitud con los habitantes del cielo, puesto que su belleza era inigualable; la diferencia radicaba en su forma de mirar.

Los ojos de un ángel reflejaban pureza y bondad, la mirada de un demonio era el pecado lujurioso más puro contenido junto a la avaricia de los hombres. Un humano corriente habría sido incapaz de notar la diferencia, dejándose llevar por la atracción incontenible que sentía en presencia de un demonio. Seguramente los infernales terminarían llevándose su pobre alma al infierno.

Fue así como Lawliet acabó compartiendo su sitio en el infierno con Light.

Light llegó a ser un bonito ángel caído del cielo, uno que debía cumplir penitencia por sus pecados, aprovechando la oportunidad que su dios le concedió con misericordia. No había sido uno de los pupilos más bondadosos, ni siquiera su corazón era totalmente puro. Algo que él mismo supo desde su nacimiento. ¡Pero es que eso no le importaba en absoluto!

Amaba ser travieso, enredarse con mortales peligrosos y disfrutar del placer carnal en todos sus ámbitos. Tan oscuro y pecador se volvió que sus alas blancas se tornaron negras con el paso de los años, indicándole al rey demonio que a lo mejor debía hacerle una pequeña visita de cortesía.

Su primer encuentro fue salvaje y abrasador. Lawliet no podría definirlo de otra manera. Light bailaba en uno de los clubes nocturnos que se situaban en la extraña parada que hacía de transición hacia el infierno. Allí se reunían demonios y seres maliciosos que bebían, apostaban y fornicaban sin descanso; excitados cuando los ángeles decidían demostrar su lado más oscuro, deleitándolos con bailes eróticos que les hacían pensar que la travesura y el deseo también se ocultaban entre aquellas alas blancas.