39. Hagamos un trato

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Al mencionar las palabras tan fuertes como pude y con todo el valor posible, la directora se acercó y tomando de mi camisa, pronunció

—Que tanto sabes, mocoso —Me miro desafiante y desesperada.

—Lo suficiente, como para asustarte —Sonreí.

—Entonces, no te dejare ir —Sonrió nuevamente —. No trates de amenazarme, ni de jugar conmigo —Me miro molesta y me dio una cachetada.

El golpe me dejo en el suelo y ella se marchaba.

<<Tengo que detenerla>>

—Cuando sea mayor, ya no podrás tenerme aquí y cuando salga diré todo —Volví a mencionar desde el suelo —.Pero si tú dejas ir a Paty mañana con esa familia, estoy dispuesto a mantener mi palabra por siempre.

Mis palabras lograron llamar su atención nuevamente.

—Hey mocoso ¿estás seguro de eso? —Me preguntó.

—Muy seguro, deja ir a Paty y yo me callare, hare lo que me digas —Me arrodille ante ella, suplicándole. —Hagamos un trato. —Susurre con el poco aliento que me quedaba.

Mis palabras eran lo suficientemente difíciles de pronunciar, pero las más alegres que pude haber mencionado en toda mi corta vida.


Junto a PatyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora