41. Un dolor muy alegre.

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Después de varios golpees, me encerraron en el cuarto de castigo.

Mi nariz me sangraba incluso después de encerrarme y mi mano tenía un color morado verdoso. Mi camisa se había roto y el frio que corría por la ventana tocaba mi cuerpo y congelaba mis huesos.

Desde aquella ventana podía ver la luna.

Fue entonces cuando mi corazón empezó a latir tan fuerte que mis ojos se llenaron de lágrimas.

Estaba feliz y triste. Me iba a quedar solo nuevamente, cuando salga de aquí sabía que no me iban a estar esperando, que nadie cantaría para mí y que nadie robaría una comida para ayudarme.

No estoy seguro si a esto se le llamara primer amor, pero, para mi Paty es mi único y gran amor. La amo tanto, que quiero que sea tan feliz.

No importa si mi nariz sangra o si tengo frío.

Lo único de lo que me arrepiento es que no podre despedirme de ella cuando se marche.

Y estoy seguro que se ira con el mismo vestido floreado que me cautivo la primera vez que la vi.

Es una lástima que no pueda verla vestida tan hermosa......


Junto a PatyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora