34. Miedo

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Esta mañana Paty habla demasiado, no me sorprende, ni me molesta. Paty es el dulce sabor de las mañanas.

La noticia de mi madre me tomo por sorpresa, no puedo negarlo, pero al mismo tiempo despertó en mi aquella curiosidad e interés por saber y conocer todo lo que hay detrás de mí.

Mientras mis pensamientos me impiden escuchar a Paty con claridad, la supervisora se acerca y con una mirada fría en sus ojos, pero con una sonrisa gigante en sus labios, pronuncia.

—Es la hora, Luis —Me sujeta del hombro y me empuja hacia adelante —.Camina, iremos a la oficina de la directora. —Pronuncia, mientras con su mano me indica el camino. Como si no lo conociera.

La supervisora sonreía, estaba alegre, sea lo que sea, sé que nada bueno me pasara.

Ya había visto esa sonrisa antes, cuando me golpeaba, cuando me quitaba la comida, cuando lloraba.

No sé por qué pero.....sentía miedo


Junto a PatyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora