capitulo 22

1.1K 71 45
                                    

Al fin y al cabo Zach no paraba de jugar con que me casaría con el, era súper tierno, hasta que en un momento dado lo abracé, y tanto los chicos como yo, quedamos en puro silencio incomodo. Ni yo sabía por qué hice eso.

– yo.. Lo siento– dije soltando rápidamente a Zach.

–no pasa nada– dijo Zach sonrojado.

–¡esto es mejor que Janiel!– dijo el mismísimo Daniel haciendo un baile súper raro, no pude evitar reír.

– dejen su amor para otro momento– todos miramos a Jonah quien bajaba las escaleras aún soñoliento.

– Zach y yo nos vamos a casar, tengo que estar feliz – dije haciendo el baile raro de Daniel.

– eso no pregunté, quiero que dejen sus amoríos para otro momento, quiero dormir– dijo en tono de fastidio.

Sonreí, y camine hasta la puerta.

– no te preocupes, ya me iba, pero si quieres me quedo– le guiñe el ojo.

– no, gracias, puedes irte, ¡chau!– dijo lo ultimo en español y volvió a subir las escaleras.

–¿por qué ya te vas?– dijo Daniel haciendo una cara de perrito abandonado.

– tengo cosas que hacer, mañana me quedare – abrí la  puerta y salí de la casa.

                      ***

No lo veía por ningún lado, me había enviando un mensaje de que ya había llegado junto a los demás, pero por más que lo buscaba entre la muchedumbre, no lo veía, el aeropuerto estaba lleno.

– ¡Chica mala!– oí a mis espaldas, su voz me hizo reaccionar y me giré con mucha emoción y me abalance sobre Jonah.

– ¡te extrañe!– dijo dándome todos los besos posibles.

Sonreí, mi corazón saltaba de la emoción, Estaba a punto de besarlo pero cuando alce la vista, pude ver a un Jack con lágrimas en los ojos, soltó su mochila y se echó a correr.

–¡Jack!– grité mientras corría detrás de él–¡detente!

El giró hacia un pasillo, pero torpemente caí al suelo y golpeé mi cabeza contra el suelo. Sangre es lo único que vi.

Me levanté agitada, estaba sudada, mire al rededor, estaba en mi habitación en medio de una oscuridad. Todo fue un sueño, ¿pero qué?

–¡Majo! ¿estas ahí?– el pomo de la puerta se movía de arriba para abajo.

Me levanté con pereza y le quite el seguro a la puerta. Mi madre tenía una bandeja en sus manos, y en ella traía un taza de café.

– no era necesario...

– ¡shhh! Agradece dormilona– exclamó entrando en mi habitación. Dejó la bandeja en la mesita y se sentó en mi cama.

–¿que hora son? – dije sentándome a su lado.

– exactamente... Las diez y media de la noche.

– vaya, ¿acabas de llegar?

– eso no importa, necesitamos hablar, zara– mi madre me miró seria y comenzó a acariciar mi cabello.

Estire un poco mi cuerpo para alcanzar la taza de café, le di un sorbo y lo dejé en mi mano.

– ¿sobre qué?– exclamé frunciendo el ceño.

– sobre ti, ¿como te sientes? – dejó de acariciar mi cabello.

– me siento perfectamente normal, nada fuera de lo común– dije dándole otro sorbo al café.

– ¿segura?– insistió mi madre.

La verdad no, últimamente me he estado sentido más cansada, algunas veces me costaba respirar, ni siquiera podía correr justamente por que me costaba respirar.

– estoy más que segura – traté de creerme yo misma, pero ni al caso.

– me preocupas, Zara, por que no puedo estar contigo en Todo el día, siempre nos vemos por las noches, aveces ni siquiera nos vemos, por que estas dormida y no quiero molestar y despertarte, pero tampoco puedo dejar el trabajo y lo sabes, Zara te quiero, y quiero lo mejor para ti– dijo mi madre apunto de estallar de lágrimas, la abrace sin más, también me dolía verla así.

– sé qué quieres lo mejor para mi, te quiero mamá – fue lo único que dije, mi madre dio un pequeño salto.

–¿acabo de oír bien? Mi hija acaba de decir te quieroimito mi voz. Reí y le mostré la lengua.

Mi madre sabia muy bien que no me gustaban los abrazos o sabia muy bien que odiaba decir te quiero.

no lo haré a menudo– advertí.

– oh, pero que niña tan mala– susurró.

Y de tan sólo oír niña mala, me trajo recuerdos, ya saben...

– bueno, hay que dormir– dijo mi madre levantándose de la cama y retirando la taza de café que lo había tomado todo segundos antes.

– buenas noches– dije volviendo a acomodarme en mi cama.

Cuarta pregunta.

¿qué esperan de la historia?

Bad Girl (Why Don't We)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora