De regreso (Shumdario)

Capítulo 4

Pov Matt

- ¿Cómo me veo? –Preguntó Harry de nuevo mientras acomodaba su corbata mirándose al espejo.

Yo sonreí.

El traje color gris con corbata vino tinto y unos zapatos muy bien lustrados hacían que se viera completamente hermoso, su cabello también estaba muy bien peinado.

Era mi chico sexy.

-Perfecto –musité yo, mirándolo con adoración –tú siempre te ves perfecto.

Harry se sonrojó levemente y caminó hasta donde yo estaba para acomodarme mi corbata, era pésimo haciéndolo yo mismo.

Una vez estuvo completamente arreglada, besó mi mejilla con suavidad.

-Tú también te ves perfecto.

Rodeando su cintura con mis brazos, lo atraje hacia mí, tome su mentón para subir su cabeza y roce con suavidad sus labios contra los míos antes de besarlo con delicadeza, pero Harry no estaba dispuesto a ser delicado, rodeando mi cuello con sus brazos, me atrajo más hacia el para besarte con dese, profundizando el beso al tiempo que introducía sus dedos en mi cabello. Cada una de sus caricias, el estar tan cerca a mí, me fascinaba, el deseo me calaba hasta los huesos.

Comencé a llevarlo hasta la cama, pero Harry se separó de mí con extrema suavidad y me miró con diversión.

-Tenemos la cena con tus padres, Daddario.

-Cinco minutos.

- ¿Puedes hacerlo en cinco minutos? –Preguntó él, arqueando una ceja.

Yo me mordí el labio pensativo.

-Dame quince minutos, prometo darme prisa.

Harry soltó una risotada mientras negaba.

-Tendrá que ser cuando volvamos Matt, tendrá que ser cuando volvamos.

Me abracé a él con mayor fuerza a su cintura y subí y bajé mis cejas mirándolo con picardía.

- ¿Es una promesa?

Harry me tomó de la corbata halándola para que yo bajara a sus labios.

-Es una promesa –musitó antes de hundirse en un profundo beso.

(ㆀ˘･з･˘)

Nos costó más de lo que creíamos salir del hotel, puesto que los labios de Harry eran adictivos para mí, me encantaban, los amaba, quisiera besar cada centímetro de su bello cuerpo tan bien formado, color caramelo y dulce el cual me fascinaba... pero tenía que dejar la calentura para después, pues sí, en realidad se nos está haciendo tarde y si algo odiaba mi familia, era la impuntualidad, por lo cual salimos del hotel y tomamos un taxi que nos llevó al hotel en la dirección que mi hermana me había indicado.