De regreso (Shumdario)

Capítulo 5

Pov Matt

El resto de la noche fue bastante tranquila.

Catherine quería seguir encima de mi chico, pero por supuesto no lo iba a permitir, Harry Shum Jr. era mío y nada más que mío, lo que no esperaba es que mi novio se enfadara por mi comportamiento para con mi hermana, pues sí, estaba molesto dijo que había actuado de una forma tonta, inmadura... y quizás sí, pero no me gustaba que ninguna chica se lanzara a sus brazos, ni siquiera mi hermana.

-Por favor estábamos en una cena con tus padres, con tu familia, tenía que ser amable –dijo el exasperado mientras entrabamos en la habitación tras llegar al hotel.

- ¿Sí? Pues fuiste demasiado amable con ella.

- ¡Es una fan! Siempre soy amable con todas ¡Las amo! ¡Son mis chicas! ¡Tú eres igual con las Nefilims! ¿Cuál es la diferencia?

-Que tú... que yo... –lancé un grito frustrado–. ¡Que tú eres mío y no quiero perderte!

Gruñí molesto y pateando el suelo como si fuera un pequeño bebé.

Harry me miró completamente incrédulo por un par de segundos pero luego estalló en sonoras risotadas y corrió para abrazarme.

-Mi niño tonto –murmuró escondiendo su rostro en mi pecho –no vas a perderme Matt, soy solo tuyo y tú eres sólo mío, nada podrá cambiar eso, creí que ya lo habíamos entendido, al menos yo lo entendí.

Solté un sonoro suspiro y correspondí al abrazo apretándolo contra mí, sintiendo el calor que emanaba su cuerpo contra el mío.

-Lo siento –Harry ronroneo como si de un pequeño gatito se tratara.

- ¿Por qué te disculpas amor?

-Porque fui un tonto, es mi hermana menor y tú eres mi novio, me has dicho que me amas y aún sigo... no, no desconfío en ti, sólo que tengo miedo de perderte, no quiero perderte, desconfío de mí, de que te canses, de que ya no sea lo suficientemente interesante para ti.

Harry me miró con seriedad y se puso de puntitas para besar mis labios al tiempo que rodeaba mi cuello con sus brazos.

-Nunca podría aburrirme de, ti Matthew Daddario, eres perfecto, mi chico perfecto, sólo un idiota podría cansarse de ti y aunque soy un poco torpe, no soy idiota.

Yo lo pegué más a mí mismo y acaricié su mejilla con la punta de mi nariz.

-Y tampoco eres un mentiroso.

Noté como Harry arqueaba las cejas.

-Bueno no, no lo soy...

-Así que debes cumplir tu promesa.

Mi novio me miró sin entender.

- ¿A qué te refieres? –Preguntó confundido, yo le sonreí con malicia y miré como tragaba grueso.

-No te hagas el desentendido.

-No tengo ni idea de lo que estás diciendo.

Y sabía que lo decía en serio, ese hombre era demasiado distraído, reí roncamente antes de plantar un suave beso en su cuello.