Ya era Lunes, 07:00 am, lo sabía gracias a la molesta alarma que retumbaba en mis oídos, lleve mi mano hacia el celular y la apague. Debia ir al colegio, y luego de ello pensaba en llamar a Isabel para devolver el paraguas a John, me avergonzaba tenerlo mucho tiempo.
Me levante y me vestí rápidamente, tomé un café y salí, sentí como el frío se apoderaba de mi cuerpo, erizando mi piel y tornando roja mi nariz, estaba algo helado, y llevaba un sólo poleron, pero era suficiente, puesro que mas tarde saldria un rato es sol, o eso esperaba.
Comence a caminar, pero antes de seguir decidí respirar profundamente para avanzar, sin embargo me quedé observando el cielo, el cual se tornaba de un azul oscuro, lleno de nubes negras y grises, sentía que reflejaba tanto dolor y tristeza, por lo que al observarlo alze una de mis manos intentando aliviar la carga que ambos llevábamos, quise sostenerme derecha sobre mis piernas, pero sentía como el peso creaba una contrafuerza sobre mi, era algo tan increíble.- ¡Paraguas! - alguien grito.
Me gire inmediatamente, era un chico alto, de tez blanca, con unos ojos negros profundos y comprensivos.
- John - susurre.
- Espera - corría hacía mi. No había mucha distancia, por lo tanto ya estaba junto a mi. En seguida saqué su paraguas.
- Muchas gracias - se lo entregué y seguí caminando.
- Espera, ya que vamos al mismo colegio, podemos ir juntos - se puso a mi lado junto con una sonrisa.
La verdad nunca lo había visto en el colegio, tampoco es que me haya fijado alguna vez, pero me era incómodo, no lo quería cerca mío, apenas lo conocía y se acercaba como si nada, lograba el objetivo de ser un individuo desagradable, pese a que la primera vez haya sido alguien agradable, o eso pensaba.
- Puedo irme sola - respondí. El me observó un rato, creí que había logrado entender, sin embargo luego de detenerse se dirigió detrás de mi. No veía el porqué de ello, sólo quería que se alejara, pero creo que ahora era más incómodo que estuviera detrás mío, pues me recordaba a esa amarga sensación de ser perseguida.
- Si no estás comoda, puedo volver a tu lado - sugirió, insinuando mis pensamientos, lo cual era cierto.
Me molestó, estaba jugando conmigo, y de verdad no encontraba nada de esto divertido, debía respetar las decisiones de los demás, sobre todo si no se conocen en absoluto, y si no conoce la vida y los temores de las personas.- Sólo alejate - lo fulmine con la mirada.
Primero me observó para confirmar si lo decía en serio, al segundo entendió y se alejó, ya era segunda vez que lo trataba así, pero era su culpa, o quizás no lo era, pero eso cambiaba el hecho de lo que hacia me molestaba, y para evitar peleas entre ambos era mejor evitarse.
Después de un rato llegué al colegio, no era muy agradable estar ahí, pero si enfocaba la visión en los estudios y profesión, podría llegar a serlo, y resultaba ser algo digno y de orgullo, además demostraría al mundo y sobre todo a mi, que era capaz de salir adelante, de alguna u otra forma.
(...)
Luego, ya al finalizar las clases le mandé un mensaje a Isabel.
Podríamos encontrarnos hoy, si puedes te esperaré en el sturckbacks cerca del colegio. Paula.
No me importaba si iba o no, sólo consulté por curiosidad. Estuve esperando sólo 10 minutos, cuando vi a alguien entrar por la puerta.
- ¿John? -.
-Sí, ¿para que querías verme? - preguntó.
- Disculpa - dije confundida - No te he llamado para venir.
- Pero si me mandaste un mensaje - mostró su celular - Por cierto, no sabía que te llamabas Paula.
- Pero, ¿ e Isabel? -.
- Ella debe estar en el trabajo, ¿por qué? - se sentó.
Estaba confundida, pero entendía, supongo que Isabel me había llamado por el celular de su hermano.- Pues bien, ahora vete -.
- No quiero, además fuiste tú la que me trajo aquí - se acercó a la caja - pero yo ofrezco hoy.
Su actitud me indignaba, pero ya estaba ahí, además no quería irme aún y no era tan desagradable desde algún punto de vista, que aún no logró hallar.
- Toma - puso mi café helado sobre la mesa -.
- Tu hermana me llamo de ese número - dije mientras tomaba el café.
- No me sorprende -.
- Así que fue un error que estes aquí -.
- No lo creo así - sonrió - te quedaste y estas tomando tu café conmigo-.
Lo miré un rato, estaba enojada, pero aun así no podía evitar sonreír por su arrogante forma de ser y la manera en la que hablaba.- Esta bien - sonreí - después de todo estoy con mi café, y además es gratis. El sólo río.
Estuvimos un largo rato ahí, con un silencio permanente, sin embargo era un silencio cómodo y agradable. Un silencio que nos permitía denominarlo ensordecedor, además de acogedor. Era un silencio de paz y de tanta calidad, pero al momento fue interrumpido por un celular.
- ¿Hola? - contestó John - permiso - me susurró y se paró, no habló mas de 5 minutos, cuando se acercó.
- Lo siento, debo irme - agarró sus cosas y sin más se fue.
Admito que quedé perpleja, sin conocer la razón y tan de pronto, tampoco es que sea de importancia o algo, en fín decidí irme también y estuve más de media hora caminando, de hecho eso explicaba el porque de mi dolor de pie nuevamente. Al llegar solo pensé en descansar, cuando mi madre llamo a la puerta.
- ¿Puedo pasar? - era mi madre.
Ella entró a mi cuarto, se le veía ojerosa, pero su sonrisa siempre prevalecía ante todo lo demás, pese a todo el cansancio que tenía.- ¿Cómo estás? - le sonreí.
- Bien pequeña - me acarició la cabeza
- ¿como te fue hoy?.
- Como todos los días, normal - respondí.
- Paula - me abrazó - sabes que con el tiempo todo mejorará, tarde o temprano, y cada momento del presente será un recuerdo del pasado - me acarició nuevamente.
- Lo sé, y de verdad agradezco todas las palabras que me dedicas para animarme cada día - le bese la mejilla - Pero ya ve a dormir, necesitas descansar.
Ella se rió ante mi sugerencia y asintió, se despidió y salió.Era tan reconfortante tenerla siempre para apoyarme en los momentos más dificiles. Era la persona en la que más confiaba y la persona que mas amaba, además de mi padre, pese a ser tan tosco. Los quería realmente.
Luego de 5 minutos de que mi madre se fuera, me dedique a estudiar, pues necesitaba hacerlo para tener buenas notas y me distraia de vez en cuando. Luego de terminar la vibracion de mi celular me llamó la atencion, había recibido un mensaje, asi que tome el celular y lo leí.
..Paula, lo lamento, tuve que irme rápido, pero te lo recompensare otro día. Cuidate..
Era un mensaje de John. No necesitaba disculpas o lamentos por parte de él, pero de alguna forma me hizo sentir bien, y se lo agradecía completamente. Pero ya era hora de dormir.
Al día siguiente, ya había desaparecido el dolor del pie hasta cierto punto, podía caminar más según yo, y estaba bastante estable, era genial poder caminar sin daño alguno.
Hoy también había decidido observar el cielo, pero parecía más nublado que ayer, más triste, más solitario y más desconfiado..- ¡Paraguas! - adivine en seguida que era John, por lo tanto me giré a observarlo, y ahí estaba con esa humilde sonrisa, y profundos ojos, mientras que de la mano sostenía la mano de una hermosa y pequeña joven.
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Paula
Teen FictionPaula es una adolescente que sufre un gran cambio en su vida, principalmente por una violación que cambio su perspectiva de las cosas y pierde la motivación de seguir. Sin embargo conocerá a personas que la ayudarán a crecer como persona, entender y...