CAPITULO 4

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Hemos quedado que al salir de clases, nos tomaríamos el café, aunque mi hambre no da tregua, creo que tendré que cambiar la invitación por un almuerzo.

Las chicas en su emoción por saber más sobre mi plática me han sacado a rastras del salón. Nos hemos sentado en las bancas del jardín.

-Cuéntanos, ¿ya se te declaro? ¿Ya son novios? ¿El matrimonio para cuándo? ¿Cuántos hijos piensan tener? ¿Yo quiero ser la madrina de tu primer hijo?- me dice Valeria

-Pero que estupideces estás hablando- mi cara a de ser épica, porque Alexandra no tarda en reírse, mira a Valeria y ambas chocan sus palmas. Las odio cuando el blanco de sus burlas soy yo.

-Tranquila, es una broma, ya deberías de estar acostumbrada a las locuras de Valeria- me expresa Alex.

-Es algo, que creo nunca lo hare, cuando pienso que ya he conocido su manera de expresarse, viene con algo mucho peor y me deja en offside- le respondo, ella es tan espontanea en sus palabras, que nunca mide lo que de su boca sale.

-Lo sé, es un Don- contesta Valeria, colocándose su cabello hacia atrás, como Diva de Hollywood

-No nos cambies de tema, y cuéntanos - me dice Alex

-Exactamente que es lo que desean saber-

-Todo, no te guardes nada- me responde Valeria

-Cuéntanos, yo me encargo de que a ella- señala a Valeria- no se le suelte la lengua - me dice Alex

Pongo los ojos en blanco, nada ni nadie me las quitara de encima, hasta que yo no les de la información que ellas necesitan

-me invito un café vale, y nada más -les respondo a ambas

-Wow... que fácil le resulto, digo, porque tú, hombre que se te acerca, lo mandas a volar- dice Valeria- te acuerdas Alex del pobre de Rodrigo, ni oportunidad de que le dé la hora-

-Cierto, pensar que perdimos la oportunidad de que en tiempos de proyectos, él no los corrigiera de manera rápida, sin tanto drama - dice Alex

Rodrigo es un chico que egreso de la facultad, pero que por sus conocimientos, un docente le ayudo con un trabajo temporal, ayudar a revisar los proyectos y dar algún tipo de guía, si está mal enfocado tu trabajo. Ese es dolor de muela de ellas, ahora, y la verdad no me arrepiento, muy lindo y todo, pero no gracias. Tenía pocos días de haber pasado lo de Jason, y lo que menos deseaba era tener otra relación.

-si tanto les gusta a ustedes, por qué no se le acercan –les digo

-muy nerd para mí- dice rápidamente Valeria

-su personalidad y la mía no van de la mano- se expresa Alex. Solo las miro y niego con mi cabeza suspiro.

-En fin, tengo cosas que hacer si ya terminaron su interrogatorio les pido encarecidamente déjenme respirar, nos vemos mañana.

Me levanto y sin que ellas se percaten a donde voy me dirijo hacia el estacionamiento, a lo lejos diviso a David, esta arrimado en el que supongo es su auto, debo decir que es bonito, la verdad de eso no se mucho, pero por fuera la lata esa es llamativa.

-Estaba pensando que habías huido con tus amigas-

-Pues no, aquí estoy, entre más rápido comencemos, más rápido podre irme- se sonríe y sacude la cabeza, yo por otro lado, abro la puerta del copiloto, un segundo después entra en la parte del copiloto.

-Bien, a donde vamos- le guio por las calles que debe tomar para llegar y en transcurso de pocos minutos lo hacemos, descendemos del auto entramos al restaurant un camarero llega por nuestras ordenes, hacemos nuestros pedidos y esperamos a que nos los traigan.

-Es un lugar muy bonito, me gusta- habla David refiriéndose hacia donde hemos venido

-Aja- es todo lo que digo, no quiero hablar, solo quiero comer, terminar esa tarea e irme a descansar, tengo sueño mucho sueño.

-eres una mujer de pocas palabras, no deberías ser así conmigo-

-porque-

-ya te dije quiero ser tu amigo

-Y quien te dijo que yo quiero ser tu amiga, que este aquí contigo no significa nada- dejo de mirarlo y me enfoco en ver cual lugar menos a él. Por suerte nuestro pedido llega rapido y yo empiezo a devorar mi almuerzo.

Creo que mi mal genio era eso, tenía hambre y cuando me hacen hablar en circunstancias así me da odio, ya me siento más relajada y sin tantas ganas de mandarlo a freír esparrago, el aún no ha terminado así que dándole tiempo, le aviso que voy a los sanitarios. Regreso y lo encuentro con mi celular en su mano

-que se supones que haces- yo estoy de espaldas a él, se tensa inmediatamente y suelta el teléfono.

-Empezó a sonar, pensé que era algo malo y crei que no sería conveniente dejarlo pasar, solo quise ayudar lo siento- me siento en mi lugar y reviso lo que él está viendo. Mierda, automáticamente me sonrojo es una mensaje de Valeria

>>Que tal tu cita muchachona, interrumpo algo, están ya en un motel, si es así, cuídate lo que te dije de los niños, fue broma.<<

Levanto mi mirada para observar a la persona que está conmigo, sin embargo, su mirada esta clavada en su comida pero está sonriendo. Le respondo el mensaje a Valeria, como supo que estoy con David, les dije que me invito un café, mas nunca les dije que día iba a hacerlo.

>>No interrumpes nada porque no estoy con nadie, y deja de decir y escribir estupideces<<. Apago mi teléfono después de enviarle el texto, no quiero ni imaginarme con lo que me saldrá

-Lo siento, mi amiga es algo fuera de lo normal-

-Tranquila, es muy divertida, me gusta- responde el con su mirada fija en los platos, le gusta, ósea, le gusta su forma de referirse a las cosas o le gusta ella, va qué más da, a mí no me importa, por mí que le guste medio salón.

-Bueno empecemos con lo otro que nos falta- le sugiero, me quiero ir ya.

-De vuelta a la universidad- me pregunta

-No, voy a hablar con el dueño, para que nos presten una mesa de al fondo, el me conoce no creo que se niegue a hacerme un favor- me levanto y en pocos minutos me encuentro conversando con el antes mencionado, ha accedido y muy cortésmente le doy las gracias de mi parte y las de mi pareja de estudio por hacernos el favor. Le comento que tenemos el permiso, se acerca a pagar la cuenta, mientras yo dirijo nuestras pertenencias hacia nuestra mesa de estudio.

Me he enfocado en terminar, y él no ha dicho nada que pudiera distraernos y me alegra, al cabo de hora y media más tarde, todo está listo, guardando mis pertenecías, me coloco la mochila y me levanto de la mesa con intención de marcharme.

-Bueno- el levanta la mirada puesto que el también se encontraba guardando sus cosas- ya me tengo que ir, ya hemos terminado y la verdad me siento cansada-

-Espera te llevo a casa, digo si no te molesta- se rasca el cuello. Ese gesto me saca una sonrisa.

-Está bien, pero apúrate que me quiero ir-

-Es tan bonita tu sonrisa- se levanta y se acerca a mí, no me da tiempo de alejarme ni nada, me toca la mejilla de lado izquierdo -Deberías de hacerlo más seguido- baja las manos y antes de que le responda algo se gira en dirección a la salida.



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Esto continuaaaaa...




Flechado por RachelWhere stories live. Discover now